miércoles, 30 de septiembre de 2009

Hoy se le rinde homenaje a José María Morelos y Pavón

Morelos fue un hombre, de extracción humildísima, pues era un pastor, hijo de un mestizo y una negra, había estudiado en el Colegio de San Nicolás cuando era rector del mismo Miguel Hidalgo, por 1790. Siendo párroco de Cuarácaro se enteró de la rebelión que había convocada por Hidalgo en el célebre "Grito de Dolores" y se unió a él, compartiendo en gran parte su ideario nacionalista, liberal, democrático e indigenista.

Se encargó de dirigir la rebelión en el Sur del entonces virreinato de Nueva España, adoptando una táctica guerrillera amparada en el relieve accidentado y en el apoyo popular, con pequeñas unidades difíciles de controlar para el ejército virreinal español.
Muerto Hidalgo en 1811 y fracasada la rebelión en el norte, triunfó en cambio en el Sur, donde Morelos llegó a controlar gran parte de Michoacán, Oaxaca, Orizaba, Puebla y Acapulco en 1812-13.
Para dar forma política a sus aspiraciones reunió el Congreso de Chilpancingo, en 1813, que declaró la independencia de la autodenominada República del Anahuac, y otorgó a Morelos amplio poder ejecutivo, y puso las bases para una Constitución liberal-democrática, aprobada en 1814.
Sin embargo, cuando orientó su estrategia hacia la conquista de la capital mexicana, empezó a cosechar derrotas frente a las tropas de Iturbide y del virrey Calleja (1813-14), que culminaron con el apresamiento y fusilamiento de Morelos.
En su honor, su ciudad natal pasó a llamarse Morelia, y un Estado del sur de México ostenta su apellido Morelos.

¿Se acuerdan de Simone Signoret?

Esta actriz francesa nació en Wiesbaden, Alemania, el 25 de marzo de 1921 y falleció en Autheuil-Anthouillet, un día como hoy, pero de 1985.
Su nombre de pila fue Simone Kaminker. Vivió en París durante la ocupación alemana, inició su carrera con pequeños papeles y alcanzó la fama con "La ronda" (M. Ophüls, 1950) y, sobre todo, con "Un lugar en la cumbre" (J. Clayton, 1958).

De su extensa filmografía, cabe mencionar, entre otros títulos, "París" bajos fondos (J. Becker, 1952), "Llamada para el muerto" (S. Lumet, 1966), "La confesión" (Costa-Gavras, 1970), "L'adolescente" (J. Moreau, 1978) y "Guy de Maupassant" (M. Drach, 1982).

Es autora de dos volúmenes autobiográficos: "La nostalgia ya no es lo que era" de 1976, y "Le lendemain, elle était souriante" de 1979; además de una novela "Adiós, Volodia" de 1985.

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