lunes, 30 de marzo de 2009

¡Feliz cumpleaños Josefa!

En estos días de frío te imaginé bajo mis cobijos.
Estos días llegaron y nunca llegaste.
Llegaste pero cuándo.
LLegas y te vas, en sueños.
Querido lejano.
Como ya viste, no sé cómo decirme para ti.
Pero lo intento.
Te beso.
Y te beso.


Josefa Isabel Rojas Molina
El 29 de marzo de 196? cananea sonora fue testigo del regocijo de don Santiago Rojas García y doña Socorro Molina Gámez, pues ese dia nacio su hija josefa. la pequeña estudió la primaria en la escuela Benito Juárez de esa ciudad, despues la secundaria en la “Escuela Mártires 1906”, y el bachillerato en “La Federal por Cooperación”. de joven partió a la capital sonorense donde estudió la carrera de Literaturas Hispánicas, en la Universidad de Sonora.
Cuenta en su haber las publicaciones “Para que escampe”, “Detenerte tanto”, y “casi un cuento”, entre otros.Josefa es considerada como una de las poetas más importantes que ha dado Sonora, tanto por su calidad literaria como por su labor de promoción y difusión de la lectura.Actualmente trabaja en la Biblioteca Pública Mexicana de Cananea, y es coordinadora de la Universidad Pedagógica Nacional (subsede Cananea).

La luz en lo oscuro (oscuro en la luz)

Alguien
en este pequeño, adolorido y solitario
rincón del mundo
me ha dejado sin luz

No me explico la causa
los recibos lo comprueban
por veintiséis años que debía
he entregado
hasta mis ojos
(uno de mis últimos tesoros –aunque un poco maltratados, claro)
para poder tener a cambio
una frágil lucecita que me alumbre
y me haga ver iluminado
este cielo frío
que me da la vuelta

Pero alguien sopló su aliento
inconmovible hacia la vela
Y desde entonces
en mis cuencas vacías no penetra
ni un rayito
una claridad de día
un halo invisible de la luna

Por los dos deshabitados huecos
asustados hoyancos pegajosos
no se cuela desapercibida
ni una estrella

En esto que era mi mirada
ya no habrá una imagen

Solamente resbala
violando un hilo tembloroso
eso que se llama oscuro
Silencio profundo
Gota salada
Llanto.

LO QUE PLATICA NACHO DE LAS XVIII Jornadas Binacionales de Literatura Abigael Bohórquez

sábado, marzo 28, 2009


___El viaje de regreso fue una pesadilla. Nos tocaron los asientos junto al sanitario y, como sabrás, no pueden reclinarse hacia atrás adecuadamente. Intentar dormir en tales circunstancias se convierte, primero, en un ejercicio de yoga y, al cabo de unos minutos, en un acto de contorsionismo. Por si fuera poco el sacrificio, a las 3 de la mañana llegamos a la aduana de San Emeterio, en pleno desierto de Altar, donde hay que bajar del autobús obligatoriamente para la revisión de rigor. El viaje concluyó a las 7 de la mañana en la terminal de autobuses de Hermosillo donde mi cuerpo descendió del camión en calidad de objeto para reciclaje.
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___Regresábamos de San Luis, Río Colorado, mi pueblo natal (disculpen la referencia, pero cuando digo el nombre de este lugar, la aposición "mi pueblo natal" surge de mi entraña como un resorte), de participar en las XVIII Jornadas Binacionales de Literatura Abigael Bohórquez donde compartimos letras y libros con letreros y libreros. Por cierto, se celebró ahí la primera Feria del Libro con platillos, castañuelas y espantasuegras; mucha asistencia en la Plaza Benito Juárez, público adulto y niños deseosos de vincularse al arte de alguna manera. Hubo teatro, música, mimos y, finalmente, presentaciones de libros. Destacó un concierto de piano a cargo de un mozo bien entrenado que igual tocó Beethoven, Brahms y Debussy, que Coldplay y rock alternativo. Nadie quedó sentido.
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___Rubén Meneses, motor incansable de las Jornadas, y su equipo de colaboradoras y colaboradores tuvieron la noble idea de realizar el evento en un salón del hotel donde nos hospedaron, de modo que cama, pan y letras nos fueron suministradas por partes iguales en un espacio acotado que mantenía nuestros índices de colesterol intactos. Gracias muchas a todos los dedicados a mantener éste que es el evento literario de mayor tradición.
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___Las Jornadas se destacaron esta vez por la presencia de varios doctores de la lengua castellana que laboran en universidades del país del dólar, dedicados con especial afán al estudio de la literatura fronteriza, binacional y spanglishera. Nuestros amigos Lilvia Soto y Manuel Murrieta entre ellos, iluminaron nuestra ignorancia acerca de la tradición y modalidades que ha cobrado la literatura escrita por exiliados, despatriados, repatriados, desarraigados, seres con identidad dual, biconceptuales y bilingües, y otras modalidades más que acuna la compleja maraña que conocemos como frontera.


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