lunes, 25 de junio de 2012

Un voto útil

La letra desobediente  / Braulio Peralta

 Más que AMLO, pienso, intuyo, sueño, creo en la izquierda como ideal. Y entiendo que para muchos AMLO no sea de izquierda. Está bien. Respeto las diferencias de opinión. Aunque difícilmente alguien pueda negar que unifica a la izquierda. Eso me basta. Porque el comunismo, el socialismo, la socialdemocracia han mutado según tiempo y circunstancia. Es lo que no puede presumir la derecha, por ejemplo. Son los mismos, con su iglesia al timón.  

La izquierda, en el mundo, es la que ha tenido que pasar por experiencias amargas. Y ella misma ha creado infiernos sociales, países perdidos para la continuidad de un proyecto de izquierda. Pero despierta de sus errores. AMLO no es ni puede ser el mismo del 2006. Mirar estos años la nación lo debe tener tocado. No es un trámite la carretada de vida que es cruzar los pueblos miserables de México. Conoce su compromiso: 46 millones en extrema pobreza no pueden desaparecer de sopetón.

Nunca he militado. La izquierda —en México y el mundo—, se atomizó de una forma escalofriante (y la derecha avanzó). Estuve cerca de ingresar al Partido Socialista Unificado de México, PSUM, cuando de repente se fundó el Frente Cardenista para impulsar a Cuauhtémoc Cárdenas, en los 80. Así han sido los procesos de la izquierda, de trance, hasta perder la palabra “izquierda” con el Partido de la Revolución Democrática, PRD. Bien o mal pero así ha sido.

Votar por el PRI es, lo menos, una involución y claudicación. Ellos ni siquiera han hecho un análisis profundo de las vejaciones a los mexicanos en esos 70 años en el poder. Sí, también, y mucho, periodos presidenciales decorosos, como el de Lázaro Cárdenas. O el sueño vasconcelista, de cultura para todos. Pero perdieron ideales por permanencia en el poder. Se solaparon en la ambición y se corrompieron. Tenían que irse.

Votar por el PAN después de 12 años es reiterarles una confianza que echaron a perder en este tiempo, por ineptos. Porque se les dio libertad y no supieron gobernar. Quizá habría que agradecerles la apertura a la libertad de expresión. Sería mezquino no reconocerlo (aunque los medios no han terminado por liberarse del espíritu priista. He ahí el peligro de la involución).

Por eso el voto útil es a AMLO. Y una oportunidad de darle al PRD las posibilidades que ya tuvieron el PAN y el PRI. Los que dudan, piénsenlo. Nos vemos en las urnas.

 

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