lunes, 14 de marzo de 2011

Dame una mano, dame un abrazo



Sylvia Teresa Manriquez
28/Febrero/2011

Dame una mano, dame la otra,
dame un besito que sea de tu boca.

Doña Rita. Siempre activa, generosa, acompañada aunque nadie viva con ella. La algarabía de los juegos del jardín de niños ubicado justo frente de su casa da alegría a sus mañanas.

70 años y sigue cantando. Por ahí, también pasan los niños rumbo a la primaria cercana. Le gusta observarlos, le recuerdan su infancia y con ella la amistad. Esa que sabe a paleta de hielo y juegos de pelota en el recreo.

La amistad nos elige, dice. Por eso cuando estamos viejos tenemos pocos amigos.

¿Como nos escoge la amistad, Doña Rita?

Es complicado. Desde que somos chiquitos nos pone pruebas, y las vamos pasando o no. Tú crees que escogiste a tus amigos, pero no. Es la vida la que elige.

¿Y el amor?

¡Ah! Allí es diferente. El amor está en todos, pero lo escondemos.

¿Dónde aprendió estas cosas, Doña Rita?

Ay mijita, viviendo tantos años. Aprendiendo a reír aunque me ahoguen las desgracias, si no, no habría sobrevivido tanta tragedia.

oña Rita, viuda, es madre de dos mujeres y un hombre, adultos todos. Aunque tiene carencias, a veces no sabe si podrá pagar el recibo del agua o el de la luz, siente que tener el amor de su hija que vive aquí, y la amistad de sus vecinas, es lo que da sentido a su vida, aderezada por las rondas del jardín de niños, como si fueran alegorías de buenas épocas.

Y es que Doña Rita encontró en el amor y la amistad el secreto para sostenerse. Cuando se dice sana porque no es envidiosa, ella es acertada.

La amistad es más que amor. Es una relación afectiva entre una o más personas. Puede surgir en forma espontánea, o tardar años en manifestarse. Hay quienes le dan distintos grados de importancia, dependiendo del entorno en que surge la relación. Para disfrutar de una agradable y duradera amistad se requiere blindarla con cariño, buena voluntad, armonía y “mucho aguante” parafraseando a Doña Rita.

Se han realizado experimentos para entender la relación entre salud y amor, de los que se desprende que cuando estamos enfermos y tenemos a alguien que se preocupe por nosotros la recuperación es más rápida que la de alguien que está solo. Además, con el amor la calidad de vida es mejor, por eso la gente feliz se enferma menos.

Doña Rita tiene razón en lo de la envidia. Los sentimientos negativos se neutralizan con emociones positivas, que surgen con la amistad legítima, por ello nuestro organismo funciona mejor si contamos con buenos amigos. Cuando tenemos problemas y estamos solos, somos proclives a la tristeza y depresión. Se dice que el amor prolonga la vida. Con el apoyo de los demás los problemas se aligeran.

Le pregunto a Doña Rita: Y con las noticias que nos hablan de sicarios y delincuentes, que parecieran no saber que es el cariño al prójimo, ¿Ha cambiando su idea del amor y la amistad?

El amor mi esposo me lo daba. Antes de irse a trabajar me dejaba un beso y yo me le quedaba viendo. Un día no volvió. Lo mataron. Sin deberla ni temerla. Unos cholos lo asaltaron, no traía más que lo del ruletero. Nadie explicó, y nadie se disculpó, ni ayudaron con los gastos del funeral, y yo sola. Gracias a mis vecinas y a mi hija lo sepultamos humildemente. Esa gente que mata es gente necesitada de los demás. Buscan reconocimiento pero de mala manera. Si hubiera más sonrisas, más gestos cariñosos, habría menos delincuentes. Pero es difícil que cuando pasa algo como lo de mi esposo te den ganas de dar afecto.

Pensando en esto, el valor de un abrazo se vuelve insospechado. Puede consolar más que mil palabras y aliviar más que cualquier sesión terapéutica. Pero tenemos miles de barreras y prejuicios para atrevernos a compartirlo.

Hay certeza en las palabras de Doña Rita. La soledad nos vuelve seres incompletos. El afecto es fundamental en nuestra personalidad. Saber darlo y recibirlo es un aprendizaje de todos los días.

Esta mujer nos da un ejemplo de cómo fortalecer ese amor que tenemos bien guardado como entre capas de una cebolla. Se preocupa por la hija que se amargó con la manera en que murió su padre. Y ella, a pesar de la tristeza, seguirá honrando la memoria de su viejito, según sus palabras, sonriendo cada día y ayudando a quien toque su puerta.

Hoy el valor de la amistad parece estar en peligro de extinción. Ante la preocupante realidad que envuelve al país se hace difícil sonreír espontáneamente, saludar con un apretón de manos, o brindar un cálido abrazo.

La figura de Doña Rita nos plantea de nuevo la necesidad de recuperar el camino de la amistad solidaria. Esa que ella observa a diario en los juegos sin malicia y sonrisas sencillas de los niños que pasan por su casa.


Gándara, el bueno



12/Marzo/2011

El Casino de Hermosillo se fue llenando de uno en uno, de dos en dos, de tres en tres hasta completar más de dos mil entusiastas seguidores de Ernesto Gándara Camou, El Borrego.

La cita, para dar la voz de arranque a la Asociación Civil Sonora de Pie, una asociación, vale reiterar, que no es lo mismo que una fundación como varias que existen por ahí para regalar pelotas y cobijas; para rifar viajes y todo aquello que sirva para disfrazar de altruismo y desprendimiento las intenciones de seguir en la nómina del gobierno.

Desde su nacimiento, Sonora de Pie toma distancia de otras organizaciones similares auspiciadas por funcionarios públicos y políticos con cargo de elección.

Para empezar, Sonora de Pie cuenta con representación en todos y cada uno de los municipios del estado. Y no es cualquier clase de representación: ahí están los hombres y las mujeres que hace dos años, se sumaron a la precandidatura de El Borrego y se fajaron en la lucha y en la resistencia contra la espectacular y ominosa cargada a favor de Alfonso Elías Serrano, el carísimo capricho de Eduardo Bours para imponer contra viento y marea al hombre que -él juraba-, le garantizaría una extensión transexenal para su loco proyecto de enfilarse a Los Pinos.

La realidad no sólo tumbó del caballo al ex gobernador. También lo convirtió en el villano favorito de mucha gente, señaladamente de aquella que milita o simpatiza en el PRI, y que siempre le insistieron sobre los riesgos de sus decisiones autocráticas.

Sonora de Pie fue registrada oficialmente el 8 de marzo de 2011. Una fecha emblemática pues ese día, hace dos años, se contaban los votos de la contienda interna del PRI, que le daban el triunfo al senador Alfonso Elías. Votos obtenidos a través de un grotesco operativo ordenado y controlado desde las principales oficinas del gobierno del estado, en medio de un insultante derroche de recursos públicos y privados, para imponer a un candidato.

El resultado de la elección bien podría sintetizarse así: “otra victoria como esta, y estamos perdidos”. Así pasó. En la elección constitucional, Alfonso Elías fue vapuleado por Guillermo Padrés Elías, que lo recibió como candidato con las siguientes palabras: “Bienvenido, primito”. Ya desde ese diminutivo se anticipaba lo que vendría.

La historia, sin embargo, suele ser harto aleccionadora. A la vuelta de dos años, Elías Serrano sigue siendo la figura gris que siempre ha sido en la política; su padrino, Eduardo Bours difícilmente puede pararse en lugares públicos del estado sin sentir el vacío social a su alrededor (en el mejor de los casos) y de hecho, ambos personajes se encuentran seriamente distanciados.

Del otro lado, Ernesto Gándara, que no dejó de picar piedra en todo este tiempo, mostró el músculo de una organización que tiene su fortaleza desde abajo, en miles de ciudadanos, militantes o no del PRI, que le acompañaron en aquellas jornadas durísimas de la campaña interna, y que siguen con la disposición a flor de piel, para seguir de frente.

Con relativa facilidad, El Borrego y sus operadores pudieron convocar y reunir a una multitud que abarrotó el Casino de Hermosillo, viniendo desde los principales municipios del estado: desde San Luis Río Colorado hasta Navojoa; desde Cajeme y Puerto Peñasco, Sonoyta, Guaymas, Hermosillo; desde la sierra y la costa y los valles.

Cero acarreados. Ni un solo camión se vio en el evento, porque no los hubo. Quienes llegaron esa tarde lo hicieron por su propio pie y con sus propios recursos.

La diferencia es clara: Sonora de Pie tiene sustento en la voluntad de estar organizados y actuantes. No la integran activistas a sueldo, sino una considerable cantidad de hombres y mujeres dispuestos y con experiencia en las lides organizativas, en la gestión social y en el ejercicio de gobierno.

Son líderes en sus municipios y encontraron en esta Asociación Civil el motivo y la ocasión para reencontrarse, rememorar pasajes de una historia reciente, a la que no hay que repasar con amargura, sino con la convicción de que sus lecciones han servido para no cometer los mismos errores, como dijo el propio Ernesto Gándara en el Casino de Hermosillo.

“Lo que pasó, ya lo consigna la historia… dejemos que ella califique aciertos y errores, el aprendizaje que obtuvimos nos debe servir a todos, priistas y no priistas, militantes, simpatizantes y gente de la sociedad”, dijo El Borrego.

Es así que Sonora de Pie tiene en su nombre un llamado a la acción contra las prácticas antidemocráticas. Remite inmediatamente a aquellos días en que El Borrego declaró, frente a las intenciones de hacerlo a un lado como candidato del PRI a la gubernatura, que a él no lo sentaba nadie. Que el único que lo sentaba era su padre, pero ya no se encontraba aquí.

¿Que es una organización para abrir brecha en búsqueda de la candidatura al Senado de la República? Ernesto Gándara no lo niega al sostener que las aspiraciones políticas de cualquier ciudadano, él incluido, son legítimas.

Lo mismo están haciendo otros, aunque con muy magros resultados y a pesar de que cuentan con abundantes recursos públicos para promover sus figuras desde cargos de elección o puestos de gobierno.

Pero ninguno, hasta ahora, ha probado su presencia y su convocatoria de la manera en que lo hizo El Borrego. Lo que se vio la tarde del 9 de marzo en el Casino de Hermosillo no fue solamente el arranque de una Asociación Civil.

No, que va. Lo que se vio allí fue una estructura soportada en líderes de partido, de sectores y organizaciones; ciudadanos libres, dirigentes sindicales y líderes de barrio; académicos, políticos, funcionarios públicos, trabajadores independientes.

Y no iban a hacer bola ni a recoger una torta, una soda, una despensa o un boleto para una rifa. Llegaron para pasar lista de presente y así lo hicieron saber varios de los que tomaron la palabra para manifestar su voluntad de participar al lado de Ernesto Gándara.

Lo que se vio en el Casino de Hermosillo es el nacimiento de un movimiento organizado y con estructura; con capacidad para hacer muchas cosas, no solamente apoyar a Ernesto Gándara en el camino a la candidatura al senado.

arturosoto@elzancudo.net

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