I
Entre la muerte y yo he erigido tu cuerpo:
que estrelle en ti sus olas funestas sin tocarme
y resbale en espuma deshecha y humillada.
Entre la muerte y yo he erigido tu cuerpo:
que estrelle en ti sus olas funestas sin tocarme
y resbale en espuma deshecha y humillada.
Cuerpo de
amor, de plenitud, de fiesta,
palabras que los vientos dispensan como pétalos,
campanas delirantes al crepúsculo .
palabras que los vientos dispensan como pétalos,
campanas delirantes al crepúsculo .
Todo lo
que la tierra echa a volar en pájaros,
todo lo que los lagos atesoran de cielo
más el bosque y la piedra y las colmenas.
todo lo que los lagos atesoran de cielo
más el bosque y la piedra y las colmenas.
Cuajada de
cosechas bailo sobre las eras
mientras el tiempo llora por sus guadañas rotas.
mientras el tiempo llora por sus guadañas rotas.
Venturosa
ciudad amurallada,
ceñida de milagros, descanso en el recinto
de este cuerpo que empieza donde termina el mío.
ceñida de milagros, descanso en el recinto
de este cuerpo que empieza donde termina el mío.
II
Convulsa entre tus brazos como mar entre rocas,
rompiéndome en el filo del gozo o mansamente
lamiendo las arenas asoleadas.
Convulsa entre tus brazos como mar entre rocas,
rompiéndome en el filo del gozo o mansamente
lamiendo las arenas asoleadas.
Bajo tu
tacto tiemblo
como un arco en tensión palpitante de flechas
y de agudos silbidos inminentes.
como un arco en tensión palpitante de flechas
y de agudos silbidos inminentes.
Mi sangre
se enardece igual que una jauría
olfateando la presa y el estrago
pero bajo tu voz mi corazón se rinde
en palomas devotas y sumidas.
olfateando la presa y el estrago
pero bajo tu voz mi corazón se rinde
en palomas devotas y sumidas.
III
Tu sabor se anticipa entre las uvas
que lentamente ceden a la lengua
comunicando azúcares íntimos y selectos.
Tu sabor se anticipa entre las uvas
que lentamente ceden a la lengua
comunicando azúcares íntimos y selectos.
Tu
presencia es el júbilo.
Cuando partes, arrasas jardines y transformas
la feliz somnolencia de la tórtola
en una fiera expectación de galgos.
Cuando partes, arrasas jardines y transformas
la feliz somnolencia de la tórtola
en una fiera expectación de galgos.
Y, amor,
cuando regresas
el ánimo turbado te presiente
como los siervos jóvenes la vecindad del agua.
el ánimo turbado te presiente
como los siervos jóvenes la vecindad del agua.