viernes, 25 de agosto de 2017

Rosario Sansores Prén

Cuando tú te hayas ido (Fragmento)
Y en la penumbra vaga de la pequeña alcoba
donde una tibia tarde me acariciabas toda,
te buscarán mis brazos, te buscará mi boca,
y aspiraré en el aire aquel olor a rosas...

Rosario Sansores Prén (Mérida, Yucatán; 25 de agosto de 1889  Ciudad de México; 7 de enero de 1972). Fue una poeta mexicana, conocida por obras como Cuando tú te hayas ido, poema que sirvió de base al pasillo Sombrasmusicalizado por el compositor ecuatoriano Carlos Brito BenaVIDES.

Fue hija de Juan Ignacio Sansores Escalante y Laura Prén Cámara. A los catorce años de edad se casó con el cubano Antonio Sanjenís, con quien se fue a radicar a La Habana. En 1918, cuando Rosario Sansores tenía 29 años, falleció su esposo. Volvió a México, y específicamente a la capital, en donde fue columnista de la sección de sociales en los periódicosHoy y Novedades. Publicó obras de poesía como Mientras se va la vida (1925) y Rutas de emoción (1954). Sansores se declaraba contraria a las tendencias modernas de la poesía (de mediados del siglo XX), y se declaraba cursi:
Sí, sí, la gente dice que soy cursi. Imagínate si no voy a saberlo. Pero no me preocupa. Al contrario, me halaga. La gente que sabe que soy cursi demuestra que me ha leído, y eso el lo único que importa.
A pesar de que sus poemas sirvieron de base para la creación de numerosas canciones en América del Sur —especialmente en Ecuador y Colombia—, Rosario Sansores visitó en muy pocas ocasiones aquellas tierras. De hecho, en Ecuador sólo estuvo una vez, en 1967, cuando el ayuntamiento de Guayaquil le concedió un premio literario.
Fuente wikipedia.

Para quienes vienen después.

 Columna “Voltear la hoja”
Por Sylvia Teresa Manríquez

Para quienes vienen después.
Ana atisba nerviosa desde la banqueta de su casa hacia la calle por donde verá llegar a su hija. Le preocupa el retraso porque anticipa el regaño enérgico de su pareja y padre de la joven, como sucede cada vez que ella llega tarde.
Efectivamente la joven tuvo que aguantar violencia verbal por parte de su propio padre, a pesar de que explicó que no había podido comunicarse ya que su novio le quitó el celular asegurando que ella solo lo usa para coquetear con otros hombres.
Ana y su hija forman parte del 66% de mujeres que  enfrentan violencia en este país, según la ENDIREH 2016 (Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares).
Si bien leer encuestas es tedioso, son importantes porque nos dicen quienes somos y en el caso de la ENDIREH, lo que sucede en nuestros hogares, en cuanto a violencia padecida por mujeres.
La ENDIREH 2016 habla sobre las relaciones de las mujeres con las personas que forman sus hogares, centros de trabajo, escuelas y  comunidad, para detectar que tipo de violencia padecen.
Generalmente se destacan las cifras globales, como el 66% que se menciona al inicio de este texto. Sin embargo, el trabajo realizado en este estudio es amplio, hay algunas cifras puntuales que  vale la pena mencionar.
En el apartado de Violencia en mujeres de 60 años y más, se nos informa que apenas el 15% de las mexicanas tiene 60 años o más. En los últimos doce meses el 17% sufrió algún tipo de violencia, física, económica, patrimonial o emocional.
La mayoría de ellas, el 70%, depende económicamente de otras personas, y cuidan a sus nietos, nietas, sobrinos y sobrinas. El resto, 30%, ayudan o mantienen económicamente a por lo menos una persona más.  El 17% tiene una enfermedad o discapacidad que no les permite desplazarse solas.
Significa que de nuestras mujeres adultas mayores sólo la tercera parte son autosuficientes y cuidan a otros integrantes de su familia.
Ser mujer en este país es un factor  de riesgo para padecer violencia, más cuando se tienen muchos años de vida y no se pueden valer por sí mismas.
La encuesta incluyó preguntas sobre los sobre los roles que socialmente se espera ejerzan hombres y mujeres.
La mitad de las mujeres que trabajan opinan que  descuidan a sus hijas e hijos, aunque la encuesta no aclara a que se debe ese descuido.
También indica que la mayoría opina que son igual de responsables que los hombres de llevar dinero al hogar.
Lo más importante es como los resultados de la encuesta reflejan la presencia de violencia en todos los ámbitos de nuestra vida, principalmente las mujeres y como la estamos visibilizando.
Por ejemplo, el 90% de las encuestadas no están de acuerdo en que las mujeres casadas deben tener relaciones sexuales con su esposo siempre que él quiera.
Poco más de la mitad está de acuerdo en que las mujeres deben tener derecho a salir solas por la noche a divertirse y poco más de la tercera parte coincide en que no deben usar escotes para evitar que las molesten los hombres.
Ana y su hija forman parte del 10% de mujeres  que son víctimas de actos violentos por parte de algún integrante de su familia y del 44% sujetas a violencia de pareja.
La violencia se ha generalizado en nuestro país, por eso es importante  entender cifras que nos alertan de cómo y en donde se ejerce.
Leer tanto dato duro resulta cansado, si logró continuar con la lectura hasta este punto estoy segura que le preocupa como hemos ido normalizando las situaciones violentas en todos los ámbitos del quehacer humano, escolar, laboral, comunitaria, familiar, de pareja y contra las mujeres.
La ENDIREH aporta información que vale la pena entender, para tener la oportunidad de tramitar espacios de vida sin violencia para nosotros y para quienes vienen después de nosotros.
@SylviaT    sylvia283@hotmail.com

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