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La redacción
2 de mayo de 2013
NUEVA YORK, (apro).- Durante la celebración del Día Mundial de la
Libertad de Prensa, en la sede de las Naciones Unidas, la reportera de
la revista Proceso y cofundadora de la Red Periodistas de a Pie, Marcela
Turati, señalo que en México la libertad de expresión está en riesgo,
debido a la completa impunidad en la que quedan los crímenes contra
periodistas,
También denunció la corrupta relación entre prensa y
poder, que impide la exigencia de rendición de cuentas al gobierno, así
como las malas condiciones laborales a la que son sometidos los
reporteros, y la discrecionalidad en la asignación de la publicidad
gubernamental con la que se intenta aniquilar a los medios de
comunicación críticos.
Durante el panel Libertad para hablar:
asegurando la seguridad de los periodistas y los trabajadores de medios,
inaugurado por el secretario general de ONU, Ban Ki-moon, y que tuvo
como tema la situación en México y en la Republica de Sudán del Sur,
Turati señaló que nuestro país es una de las naciones que encabezan la
lista de impunidad en los crímenes contra periodistas y uno de los más
peligrosos del mundo, con mas de 70 periodistas amenazados y
desaparecidos desde el sexenio pasado, comunicadores que han sufrido una
verdadera cacería con la que se intenta silenciarlos.
En su
intervención, señalo que a pesar de la emergencia nacional, el gobierno
mexicano –contrario a su discurso de apertura al escrutinio y a la
cooperación internacional– no quiso formar parte del grupo de países
donde se iba a aplicar por primera vez el Plan de Acción de las Naciones
Unidas para la seguridad de los periodistas y la cuestión de la
impunidad, que posiblemente hubiera ayudado a mejorar la situación de la
prensa.
Además, mencionó que cuando la prensa es sometida al silencio, por el crimen organizado o por el gobierno o por los poderosos que aprovechan la impunidad de censurar, la sociedad en general pierde y se atenta con el derecho de los ciudadanos a estar informados.
Además, mencionó que cuando la prensa es sometida al silencio, por el crimen organizado o por el gobierno o por los poderosos que aprovechan la impunidad de censurar, la sociedad en general pierde y se atenta con el derecho de los ciudadanos a estar informados.
Puso
como ejemplo el asesinato de la corresponsal de Proceso en Veracruz,
Regina Martínez, para destacar cómo los mecanismos de la impunidad
operan para criminalizar a las víctimas.
Durante la inauguración,
después de dar la bienvenida a Turati y al periodista sudsudanés, Oliver
Nodi, el secretario general de ONU manifestó su preocupación por que
los crímenes contra la prensa se cometan de varias formas: ya se
mediante ataques físicos o cibernéticas, juicios legales o ataques
falsos, detenciones por delitos inventados o legislaciones hechas a modo
para silenciar a la prensa.
Ban Ki-moon señalo que es necesario
adoptar el plan de acción de ONU porque si la prensa gana más libertad,
gana el mundo entero.
Durante la sesión de preguntas de los
asistentes al pánel, un miembro de la embajada mexicana pidió la palabra
para señalar, a nombre del gobierno de Enrique Peña Nieto, que tomaría
nota de lo expuesto por Turati, para posteriormente mencionar como
avance la creación del Mecanismo de Protección para Defensores de
Derechos Humanos y Periodistas, de la Secretaría de Gobernación (Segob),
y la aprobación de la ley que faculta a la PGR atraer todos los
crímenes contra comunicadores para que no sean juzgados en el fuero
local.
En respuesta al enviado mexicano, el director del Comité de
Protección a Periodistas, Joel Simón, señalo que la creación del
mecanismo ha sido discutida durante los últimos seis años y todavía no
se puede considerar como un éxito.
También señaló que la nueva
legislación aún es un comienzo que todavía no da resultado para sacar a
México de la lista de los países con mayor impunidad hacia los crímenes
contra periodistas.
“México no tendría que estar en esa lista”, expresó.
“Se
requiere de voluntad política. El Ejecutivo tiene las herramientas que
necesita para tener respuesta y tenemos que ver que realmente avanza”.
Antes,
durante su exposición, Simón había señalado que aunque el entonces
presidente Felipe Calderón le había expresado que le “dolía” que México
fuera uno de los países más peligrosos para los periodistas, hasta cinco
años después de esa confesión comienza a verse una victoria con la
reciente aprobación de la legislación que Peña Nieto debe firmar y el
titular de la PGR poner en práctica.
Luego explicó que la
oportunidad de juzgar los crímenes contra periodistas llega en un
momento en el que los criminales han infiltrado a las autoridades y a
las instituciones públicas en México, y en la que los periodistas quedan
atrapados en medio.
Previemente, Turati había señalado que en
México se requieren protocolos de investigación específicos para los
crímenes contra los comunicadores, en los que se agote como línea de
investigación la actividad periodística que la víctima realizaba.
Además,
sostuvo que se requiere sanear la corrupta relación entre la prensa y
el poder, pues al ser aliados los medios de comunicación no exigen
cuentas y dejan de informar sobre la violencia.
Asimismo, reclamó
transparentar la adjudicación de publicidad del gobierno, porque esa es
un arma que se usa para silenciar a la prensa.
A su vez, Kieran
Dwyer, jefe de Asuntos Públicos de ONU, señaló que en muchas partes del
mundo la prensa está bajo presión, por lo que se requiere protección a
los periodistas y su capacitación en ética, además de mejores
condiciones laborales para que desdeñen los falsos atractivos económicos
que los desvían de su misión.
La actual encargada del
departamento de Comunicación de la UNESCO en Nueva York y excorresponsal
en México, Suzanne Bilello, mencionó que nuestro país vive una compleja
situación interna y que “algo pasa” cuando los periodistas son
asesinados en gobiernos democráticos.
Bilello recordó el asesinato en 1984 del periodista Manuel Buendía.
Asimismo,
destacó que para materializar el plan de acción de ONU para la
seguridad de los periodistas será necesario contar con la participación
de los medios de comunicación, las organizaciones de la sociedad civil,
los periodistas y los gobiernos.
Se trata del plan de acción que
el gobierno calderonista no quiso adoptar, pese a que le ofrecieron que
formara parte de los países piloto.
El programa consiste en apoyo
de Naciones Unidas para desplegar medidas como adecuar el marco
legislativo y crear mecanismos de protección a periodistas, realizar
campañas de sensibilización sobre el problema y abordar la problemática
de la impunidad par lograr una mejor investigación de los crímenes.
Turati,
por su parte, mencionó que la violencia en México no ha disminuido a
pesar de que los medios han dejado de informar sobre esto, y pidió que
se mantenga la atención sobre la emergencia que viven los periodistas
mexicanos.