lunes, 18 de junio de 2012
Según una leyenda el regreso del penacho de Moctezuma sería un milagro, pues se cree, cerrará un ciclo de poder y abrirá otro, político y espiritual para beneficio del pueblo mexicano.
México debe pedir formalmente la reliquia a Austria: Johansson
17 Junio 2012 - 12:53pm — Notimex
Foto: AP El Penacho de Moctezuma es un tocado de plumas de quetzal engarzadas en oro y piedras preciosas.
México • México debe insistir en la petición
del Penacho de Moctezuma y debe de hacerlo desde las más altas esferas
del gobierno mexicano pues, a la fecha, no ha existido una petitoria
formal, aseguró el cronista e historiador de origen francés Patrick
Johansson Keraudren (1946).
En exclusiva para Notimex, el investigador titular “C” del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM afirmó que desde tiempos de Ernesto Zedillo México no ha hecho una petición formal al gobierno de Austria por el penacho del emperador Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520).
El también doctor en Letras Mesoamericanas por la Universidad de La Sorbona en París, Francia, sostuvo que el tocado de plumas de quetzal engarzadas en oro y piedras preciosas, que actualmente se exhibe en el Museo de Etnografía de Viena, en Austria, clasificado en la colección "Tesoros del México antiguo", salió de México de manera legal.
Rechazó que la más importante reliquia de México y signo del poder del emperador azteca hubiera sido “robada” como se ha dicho en ocasiones.
“Lo que está mal es que se diga que es un objeto que fue robado, aunque a veces se dice de manera despectiva. Y eso nos consta porque apareció en un acta notarial del 5 de noviembre de 1519 en la que se informaba sobre los bienes que Moctezuma le entregó a Hernán Cortes cuando llegó a México.
“Se hizo un envío a Veracruz para Cortés y éste a su vez, hizo otro envió al Rey Carlos V. Lo que no sabemos es el momento en que salió de México; se sabe que fue muy temprano a principios del siglo XVI y, por tanto, siendo un regalo de Moctezuma a Cortés y de Cortés a Carlos V, todo eso está dentro de la historia de México”, señaló.
Explicó que una vez en Europa, se volvió a realizar otro inventario en 1596, en el Castillo de Ambras, en Innsbruck, perteneciente al sobrino de Carlos V, Fernando el Conde de Tirol, donde se halló la pieza en mal estado, a tal grado que se pensó que eral un “faldei”.
“En este caso me parece importante que no salió de manera ilegal, fue muy probable un regalo de Moctezuma a Cortés, pues Moctezuma pensaba que Cortés era el Quetzalcóatl que regresaba y por lo tanto le enviaba sus atavíos”, comentó.
Para Johansson Keraudren, independientemente de que sea o no el Penacho de Moctezuma, se trata de una pieza que da identidad a los mexicanos y que es comparable con la Virgen de Guadalupe.
“Aunque claro, en la caso de la Virgen, tenemos una fe que sigue existiendo; mientras que en el penacho, sería una religiosidad cultural porque no creo que exista alguna persona que tenga a Quetzalcóatl como divinidad en la actualidad”, refirió.
Destacó que el significado de la pieza para el pueblo de México y el hecho de que se mencione que esta joya prehispánica haya sido “robada”, ha provocado que el gobierno de Austria condicione su préstamo.
Reiteró que el penacho es una de las reliquias emblemáticas de la cultura mexicana y recordó que en 1958, el entonces oficial mayor de la Secretaría de Hacienda, Raúl Noriega, mandó hacer una copia fidedigna del penacho original que se exhibe en el Museo Nacional de Historia de Chapultepec. “Desde entonces lo están pidiendo y nada”, agregó.
El penacho, dijo el historiador, es un símbolo, un emblema importante; si se hace un ruido mediático en torno a su regreso, eso puede tener consecuencias muy buenas, porque la gente comienza a apreciar y conocer su historia.
Por eso, pugnó porque el Museo Etnográfico de Viena preste durante un tiempo determinado el penacho a México, a fin de que el pueblo mexicano aprecie la pieza auténtica.
“El que retorne a México representaría algo significativo, pues se trata de la conciencia histórica que tienen los mexicanos”, subrayó.
Comentó que el traslado de la pieza a este país no representaría obstáculo alguno, toda vez que la tecnología está muy avanzada, por lo que la pieza no sufriría daño alguno.
“Lo que sabemos es que tiene plumas nuevas y las plumas antiguas o lo poco que queda, si se puede traer con mucho cuidado”, agregó el historiador quien en estos momentos trabaja en la simbología de la pieza.
Explicó que la pieza con la que se vincula al emperador azteca, en realidad es un quetzalapanecáyotl, una obra de los amantecas o artistas mexicas especialistas en la creación de objetos con plumas. Tiene una altura de 116 centímetros y un diámetro de 175.
Según la leyenda, el regreso del penacho de Moctezuma es un milagro esperado porque cerrará un ciclo de poder y abrirá otro, político y espiritual para beneficio del pueblo de México.
En exclusiva para Notimex, el investigador titular “C” del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM afirmó que desde tiempos de Ernesto Zedillo México no ha hecho una petición formal al gobierno de Austria por el penacho del emperador Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520).
El también doctor en Letras Mesoamericanas por la Universidad de La Sorbona en París, Francia, sostuvo que el tocado de plumas de quetzal engarzadas en oro y piedras preciosas, que actualmente se exhibe en el Museo de Etnografía de Viena, en Austria, clasificado en la colección "Tesoros del México antiguo", salió de México de manera legal.
Rechazó que la más importante reliquia de México y signo del poder del emperador azteca hubiera sido “robada” como se ha dicho en ocasiones.
“Lo que está mal es que se diga que es un objeto que fue robado, aunque a veces se dice de manera despectiva. Y eso nos consta porque apareció en un acta notarial del 5 de noviembre de 1519 en la que se informaba sobre los bienes que Moctezuma le entregó a Hernán Cortes cuando llegó a México.
“Se hizo un envío a Veracruz para Cortés y éste a su vez, hizo otro envió al Rey Carlos V. Lo que no sabemos es el momento en que salió de México; se sabe que fue muy temprano a principios del siglo XVI y, por tanto, siendo un regalo de Moctezuma a Cortés y de Cortés a Carlos V, todo eso está dentro de la historia de México”, señaló.
Explicó que una vez en Europa, se volvió a realizar otro inventario en 1596, en el Castillo de Ambras, en Innsbruck, perteneciente al sobrino de Carlos V, Fernando el Conde de Tirol, donde se halló la pieza en mal estado, a tal grado que se pensó que eral un “faldei”.
“En este caso me parece importante que no salió de manera ilegal, fue muy probable un regalo de Moctezuma a Cortés, pues Moctezuma pensaba que Cortés era el Quetzalcóatl que regresaba y por lo tanto le enviaba sus atavíos”, comentó.
Para Johansson Keraudren, independientemente de que sea o no el Penacho de Moctezuma, se trata de una pieza que da identidad a los mexicanos y que es comparable con la Virgen de Guadalupe.
“Aunque claro, en la caso de la Virgen, tenemos una fe que sigue existiendo; mientras que en el penacho, sería una religiosidad cultural porque no creo que exista alguna persona que tenga a Quetzalcóatl como divinidad en la actualidad”, refirió.
Destacó que el significado de la pieza para el pueblo de México y el hecho de que se mencione que esta joya prehispánica haya sido “robada”, ha provocado que el gobierno de Austria condicione su préstamo.
Reiteró que el penacho es una de las reliquias emblemáticas de la cultura mexicana y recordó que en 1958, el entonces oficial mayor de la Secretaría de Hacienda, Raúl Noriega, mandó hacer una copia fidedigna del penacho original que se exhibe en el Museo Nacional de Historia de Chapultepec. “Desde entonces lo están pidiendo y nada”, agregó.
El penacho, dijo el historiador, es un símbolo, un emblema importante; si se hace un ruido mediático en torno a su regreso, eso puede tener consecuencias muy buenas, porque la gente comienza a apreciar y conocer su historia.
Por eso, pugnó porque el Museo Etnográfico de Viena preste durante un tiempo determinado el penacho a México, a fin de que el pueblo mexicano aprecie la pieza auténtica.
“El que retorne a México representaría algo significativo, pues se trata de la conciencia histórica que tienen los mexicanos”, subrayó.
Comentó que el traslado de la pieza a este país no representaría obstáculo alguno, toda vez que la tecnología está muy avanzada, por lo que la pieza no sufriría daño alguno.
“Lo que sabemos es que tiene plumas nuevas y las plumas antiguas o lo poco que queda, si se puede traer con mucho cuidado”, agregó el historiador quien en estos momentos trabaja en la simbología de la pieza.
Explicó que la pieza con la que se vincula al emperador azteca, en realidad es un quetzalapanecáyotl, una obra de los amantecas o artistas mexicas especialistas en la creación de objetos con plumas. Tiene una altura de 116 centímetros y un diámetro de 175.
Según la leyenda, el regreso del penacho de Moctezuma es un milagro esperado porque cerrará un ciclo de poder y abrirá otro, político y espiritual para beneficio del pueblo de México.
Viaje a Rusia
La letra desobediente
Braulio Peralta
2012-06-18
No sé por qué mintieron tanto los periodistas de izquierda que
venían a Rusia y regresaban y nos decían que aquello era un paraíso.
Todavía recuerdo a Teresa Gurza que realizó una crónica amable de la
vida allá, en los años 80, cuando apenas en 1987 se cerró un campo de
concentración en Perm, donde los disidentes pagaron caro no estar de
acuerdo con el sistema. Hubiera sido más fácil criticarles y acabar con
la mentira de un socialismo sin rostro humano. Quizá también por eso la
izquierda en México —y sus medios— no avanzaron lo que debieron. Lo
digo con la convicción de pertenecer a una izquierda crítica (¡Y así me
ha ido!)
Hoy, al ver a jóvenes manifestarse en la Plaza Roja contra Vladimir Putin me asombra estar aquí y ver cómo algo ha cambiado. El escritor Joseph Roth visitó la ex Unión Soviética, en 1926. Escribió en su maravilloso testimonio, Viaje a Rusia: “Se ve lo que le falta a la prensa rusa: la independencia del Gobierno, la dependencia del lector, así como el conocimiento del mundo…Esta es la razón por la que el periodista extranjero que abra los ojos sabe más de Rusia que su colega nativo”. No cambió demasiado el panorama, aun cuando ya no esté Karl Radek, el periodista de aquel sistema staliniano. Los jóvenes, en Rusia, no fueron la noticia, sí, el aniversario de la revolución…todavía. La prensa sigue esperando su turno para la democracia plena.
Mi primer contacto con Rusia fue una parada del avión en Kazán, la capital de los tártaros. Pero es técnica. Apenas pude ver los primeros rostros rusos, muchos niños somnolientos. Todos rumbo a Perm donde la experiencia de entrar al territorio pasa por la policía fronteriza. Ni una palabra entre el viajero y la mirada escrutadora del oficial, en la madrugada. Tras el vidrio con cinta métrica, la mujer policía me mira y mide mi estatura. Apenas sella mi pasaporte y me indica que puedo cruzar al territorio. Sin inglés como idioma no eres nadie, o casi, porque pocos hablan la lengua de Shakespeare. Así empieza la travesía.
Anuncios con letras en cirílico, el alfabeto de la tribu eslava de los rus o ros, pobladores que dominaron a otras tribus eslavas y consolidaron el nacimiento de Rusia. Son casi las cuatro de la mañana y parece de día. “Son las noches blancas”, me dice Sasha, que nos recoge en lo que será un viaje para corroborar que la tea de la revolución está apagada. Mis nervios se rebelan.
Hoy, al ver a jóvenes manifestarse en la Plaza Roja contra Vladimir Putin me asombra estar aquí y ver cómo algo ha cambiado. El escritor Joseph Roth visitó la ex Unión Soviética, en 1926. Escribió en su maravilloso testimonio, Viaje a Rusia: “Se ve lo que le falta a la prensa rusa: la independencia del Gobierno, la dependencia del lector, así como el conocimiento del mundo…Esta es la razón por la que el periodista extranjero que abra los ojos sabe más de Rusia que su colega nativo”. No cambió demasiado el panorama, aun cuando ya no esté Karl Radek, el periodista de aquel sistema staliniano. Los jóvenes, en Rusia, no fueron la noticia, sí, el aniversario de la revolución…todavía. La prensa sigue esperando su turno para la democracia plena.
Mi primer contacto con Rusia fue una parada del avión en Kazán, la capital de los tártaros. Pero es técnica. Apenas pude ver los primeros rostros rusos, muchos niños somnolientos. Todos rumbo a Perm donde la experiencia de entrar al territorio pasa por la policía fronteriza. Ni una palabra entre el viajero y la mirada escrutadora del oficial, en la madrugada. Tras el vidrio con cinta métrica, la mujer policía me mira y mide mi estatura. Apenas sella mi pasaporte y me indica que puedo cruzar al territorio. Sin inglés como idioma no eres nadie, o casi, porque pocos hablan la lengua de Shakespeare. Así empieza la travesía.
Anuncios con letras en cirílico, el alfabeto de la tribu eslava de los rus o ros, pobladores que dominaron a otras tribus eslavas y consolidaron el nacimiento de Rusia. Son casi las cuatro de la mañana y parece de día. “Son las noches blancas”, me dice Sasha, que nos recoge en lo que será un viaje para corroborar que la tea de la revolución está apagada. Mis nervios se rebelan.
Ojo, candidatos
La letra desobediente
Braulio Peralta
2012-06-11
1. Andrés Manuel López Obrador se pronunció contra el asesinato
de la transexual Agnes Torres, en Puebla, y se retrató con una bandera
gay en un evento político.
2. Enrique Peña Nieto confesó su respeto a las minorías sexuales en Tercer Grado, pero no dijo nada del profesor gay, exiliado en Canadá, que lo acusó de violentar sus derechos humanos en un reportaje de Denise Maerker, en Televisa.
3. Josefina Vázquez Mota es diferente. Ella calla y otorga vejación de derechos humanos a los gays.
Señales políticas para que la comunidad homosexual reflexione su voto en las elecciones presidenciales.
Políticos que no convencen:
1. Andrés Manuel López Obrador, como jefe de Gobierno del Distrito Federal, no hizo casi nada por los gays —como sí actuó Marcelo Ebrard con los matrimonios y derechos de adopción, a pesar de las presiones de la Iglesia católica (AMLO pretendía someter a plebiscito la decisión cuando la constitución aclara que todos somos iguales ante la ley).
2. El PRI, en la Coahuila de Humberto Moreira, no hace una ley, pero reforma el código civil para reconocer parejas del mismo sexo (eso cuando el DF de Beatriz Paredes nada hace por la comunidad, por ejemplo).
3. El PAN, contra los derechos de los gays, del lado de su Iglesia.
La izquierda democrática ha estado cerca de los derechos gays. Pero una izquierda arcaica, muchas veces, los ha sometido a bajezas inquisitoriales (la antigua URSS, la Cuba de Fidel Castro, con todo y sus procesos de cambio). Hay avances, sí, pero son los gays quienes los exigen. Los políticos de avanzada deben tomar la delantera. ¿O se lo dejarán al PRI?
México es un desastre en derechos humanos: para indígenas, campesinos, mujeres, niños… La lista es escandalosa. Se denuncia en los medios diariamente y, excepcionalmente, para homosexuales golpeados, discriminados, vejados, asesinados. Está cambiando el panorama, pero falta una política de Estado que impida la lapidación contra una comunidad que poco se atiende. Eso debieran pensar los asesores, cercanos de los candidatos presidenciales; insistir en que el voto de los gays SÍ cuenta a la hora de una elección.
Si Andrés Manuel López Obrador lo comprendiera, no le hubiera pasado lo de 2006. Ojalá esté a tiempo de modernizar su postura. Igual, de todas formas, con todo y sus errores, votaré por la izquierda. No veo otra opción.
2. Enrique Peña Nieto confesó su respeto a las minorías sexuales en Tercer Grado, pero no dijo nada del profesor gay, exiliado en Canadá, que lo acusó de violentar sus derechos humanos en un reportaje de Denise Maerker, en Televisa.
3. Josefina Vázquez Mota es diferente. Ella calla y otorga vejación de derechos humanos a los gays.
Señales políticas para que la comunidad homosexual reflexione su voto en las elecciones presidenciales.
Políticos que no convencen:
1. Andrés Manuel López Obrador, como jefe de Gobierno del Distrito Federal, no hizo casi nada por los gays —como sí actuó Marcelo Ebrard con los matrimonios y derechos de adopción, a pesar de las presiones de la Iglesia católica (AMLO pretendía someter a plebiscito la decisión cuando la constitución aclara que todos somos iguales ante la ley).
2. El PRI, en la Coahuila de Humberto Moreira, no hace una ley, pero reforma el código civil para reconocer parejas del mismo sexo (eso cuando el DF de Beatriz Paredes nada hace por la comunidad, por ejemplo).
3. El PAN, contra los derechos de los gays, del lado de su Iglesia.
La izquierda democrática ha estado cerca de los derechos gays. Pero una izquierda arcaica, muchas veces, los ha sometido a bajezas inquisitoriales (la antigua URSS, la Cuba de Fidel Castro, con todo y sus procesos de cambio). Hay avances, sí, pero son los gays quienes los exigen. Los políticos de avanzada deben tomar la delantera. ¿O se lo dejarán al PRI?
México es un desastre en derechos humanos: para indígenas, campesinos, mujeres, niños… La lista es escandalosa. Se denuncia en los medios diariamente y, excepcionalmente, para homosexuales golpeados, discriminados, vejados, asesinados. Está cambiando el panorama, pero falta una política de Estado que impida la lapidación contra una comunidad que poco se atiende. Eso debieran pensar los asesores, cercanos de los candidatos presidenciales; insistir en que el voto de los gays SÍ cuenta a la hora de una elección.
Si Andrés Manuel López Obrador lo comprendiera, no le hubiera pasado lo de 2006. Ojalá esté a tiempo de modernizar su postura. Igual, de todas formas, con todo y sus errores, votaré por la izquierda. No veo otra opción.
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