jueves, 12 de febrero de 2015

Jotdown Cultural: Silvia Querini: «Una de las leyes fundamentales del mundo de la edición es la discreción»

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Silvia Querini (Turín, 1955), directora literaria de Lumen desde que hace ya más de diez años sustituyera a Milena Busquets, lleva trabajando en el mundo de la edición desde principios de los ochenta. Ahí es nada. Desde aquellos primeros años —comenzó en la ya desaparecida y mítica editorial Bruguera— ha llovido, como suele decirse, bastante, cuatro Premios Nobel incluidos; tanto como para que una charla con esta italiana de raza pueda convertirse en toda una conferencia sobre el mundo del libro y la edición. 
La primera pregunta que te hago es para que te luzcas: ¿qué es ser un editor?
Resumiendo mucho, un editor es un gestor de talentos. Me importa subrayar la palabra gestión, pues un sello editorial que no pueda defenderse desde el punto de vista económico, tarde o temprano tendrá que cerrar sus puertas. En cuanto a los talentos, haberlos haylos… Lo que hay es que encontrarlos. Por lo tanto, habrá que arremangarse, ponerse a trabajar, encontrar ese texto que se ajusta al perfil de nuestra editorial y luego gobernarlo para que sea rentable. Se dice pronto.
¿Y el agente literario, qué papel desempeña?
El agente literario es un intermediario entre el autor y el editor. Con el agente suelen tratarse las cuestiones económicas del contrato y es bueno que así sea porque muy a menudo el autor no tiene la perspectiva necesaria para enmarcar su texto dentro del mercado. Con los autores lo mejor es hablar de palabras, de personajes que nacen y mueren, de comas y puntos que se escapan y vuelven…
¿Por qué eres editora, cómo acabas aquí? «Por amor», te he leído en alguna ocasión, en relación con cómo acabas en España. Cuéntanos. ¿Te acuerdas de cuándo y cómo te decides a dedicarte a esto?
Fui a Londres cuando tenía dieciséis años para participar en un workshop sobre Virginia Woolf, sin sospechar, por cierto, que muchos años más tarde me convertiría en la editora en castellano de esta espléndida autora. Fue allí donde me encontré con el hombre que más tarde me llevaría a Barcelona, donde aún sigo.



Fuente: http://www.jotdown.es 

Soy vertical - Sylvia Plath

Soy vertical
Sylvia Plath

Mejor querría ser horizontal.
No soy un árbol con raíces hondas
en tierra, sorbiendo minerales y amor materno,
refloreciendo así de marzo en marzo,
reluciente, ni orgullo de parterre
blanco de admirativos gritos, muy repintado,
y a punto, ignaro, de perder sus pétalos.
Comparado conmigo es inmortal
el árbol, y las flores más audaces:
querría la edad del uno, la temeridad de las otras.

Esta noche, en luz infinitésima
de estrellas, árboles y flores
han esparcido su frescura aulente.
Yo entre ellos me paseo, no me ven, cuando duermo
a veces pienso que me les hermano
más que nunca: mi mente descaece.
Resulta más normal, echada. El cielo
y yo trabamos conversación abierta, así seré
más útil cuando por fin me una con la tierra.
Árbol y flor me tocarán, veránme.

Nunca volveré a hablar con Dios. Sylvia Plath.

Nunca volveré a hablar con Dios. Esa es la respuesta que Sylvia Plath le da a su madre cuando esta le comunica que su padre ha muerto. La infancia de la poeta, hasta que su padre muere, es bastante común en la medida que las familias felices son comunes. 




Procedente de una familia de ascendencia alemana, mostró desde pequeña un gran talento para la poesía, escribiendo sus primeros poemas a la edad de ocho años. Sin embargo, muy pronto presentó un severo trastorno bipolar que la condujo al primer intento de suicidio antes de los diecisiete años.  Sometida a un intenso tratamiento psiquiátrico, pudo graduarse con honores en 1955 en el prestigioso Smith College. Obtuvo una beca Fulbright para la Universidad de Cambridge, donde  continuó escribiendo poesía y conoció al poeta Ted Hughes, con quien se casó en 1956.
Su menguada salud, sumada al divorcio en 1962, la llevaron a quitarse la vida un año después.
Su obra fue reconocida posteriormente, gracias  al impulso recibido por parte de Hughes,  quien se encargó de promoverla. Fue la primera poeta en recibir post-mortem el Premio Pulitzer por el conjunto de su obra.    

Fuente: http://www.jotdown.es/

Sylvia Plath nació en Boston, E.U. el 27 de octubre de 1932 y falleció en Primrose Hill, Londres, reino Unido, el 11 de febrero de 1963. 

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