lunes, 8 de agosto de 2011

Mujeres y Política. Acoso sexual


Con reconocimiento a

Olga Rosario Avendaño y a Roselia Orozco Martínez,

ganadoras del Premio Nacional Los Rostros de la Discriminación

Soledad JARQUIN EDGAR

En las leyes se establece como un delito el acoso sexual u hostigamiento sexual, es de suponerse, por tanto que las mujeres están protegidas legalmente contra este tipo de violencia que es una clara forma de discriminación, porque es una expresión de abuso de poder que implica la supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) da cifras sobre este grave problema que se presenta con mayor frecuencia hacia las mujeres en la escuela o el trabajo y sostiene que una de cada cuatro mujeres ha sido acosada sexualmente. También se conoce que cuatro de cada diez mujeres que pierden su empleo, son obligadas a renunciar por no acceder a las pretensiones de su superior.

Colectiva Feminista, organización social binacional, señala que el acoso sexual es una forma de discriminación de género, al que las mujeres están más expuestas a ser víctimas directas e indirectas, debido a que carecen de poder, se encuentran en posiciones vulnerables e inseguras. Este se vuelve aún más agresivo cuando se compite por un cargo o puesto.

El acoso sexual u hostigamiento, añade la misma organización, es una conducta sexual no controlada de tipo sexual, es una forma de violencia laboral basada en el sexo, que resulta ofensiva y puede afectar la salud de las personas agredidas, así como su bienestar y desarrollo económico y social.

Las miradas lascivas, las palabras ofensivas que disparan los hombres en ese mal habito de piropear, las invitaciones a sitios diferentes al centro educativo o laboral y proposiciones de tipo sexual, ahora se agravan con el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación mediante mensajes de correo electrónico, las redes y hasta por la telefonía celular.

Hay muchos ejemplos, uno de ellos es la denuncia que presentó Miriam Velásquez, trabajadora del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, al acusar al director de Proyectos Educativos, Timoteo Agustín Chávez Aquino, de acosarla sexualmente desde hace cinco meses. Y, es curioso, en Quintana Roo, en estos días surgieron varias denuncias públicas contra elementos de seguridad hacia de mujeres policías y también en una institución educativa. Y si revisamos el país, seguramente encontraremos infinidad de casos reportados en los últimos días. Este delito es cotidiano y a veces se hace invisible a los ojos de la mayoría de las personas, peor aún surge la duda y el cuestionamiento social hacia las víctimas.

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