martes, 2 de febrero de 2010

130



Se agradece al Partido Acción Nacional y a Felipe Calderón el debate nacional que han provocado por su negativa a la consolidación de los matrimonios gays con derecho a adoptar hijos. A ellos, a la Iglesia Católica y sus voceros que parece mandan por encima del Estado laico —como en los tiempos de la monarquía—, hasta que se impusieron las Leyes de Reforma de Benito Juárez, en 1857, con el pensamiento libre de Ignacio Ramírez, El Nigromante.

Invaluable la encuesta que a iniciativa del PAN se realiza en el país para preguntar a los ciudadanos si están de acuerdo o no con la medida adoptada en la ciudad de México para que una minoría sexual tenga los mismos derechos y obligaciones que los heterosexuales cuando se casan y tienen hijos. Sea cual sea el resultado este país no será el mismo después de ese acto masivo. Tendremos una opinión ante el coro de prejuicios. Otra vez liberales contra conservadores, igualito que en el XIX. Con el retroceso, México, tarde o temprano aprenderá el camino a la democracia.

El tema gay anda de boca en boca. Se agradecen posiciones de periodistas heterosexuales como Carlos Loret de Mola, Denise Dresser, Carlos Marín o Roberto Blancarte porque, más allá de toda comprensión o no a la homosexualidad existen leyes constitucionales para regir sin restricción nuestra privacidad y derecho a ser lo que seamos, sin afectar a terceros. Ojalá homosexuales y lesbianas con poder público tengan el valor de decirle a Calderón y el PAN sus puntos de vista. No es tiempo de silencio. Hay que participar, dar la cara. Callar es omitirse.

México es vanguardia latinoamericana del tema. Con los conflictos políticos que implica, ni el PRD ni Marcelo Ebrard van a perder, como pretende hacer creer la reacción. Lo mismo pasó cuando se dictó el artículo 130 constitucional: las religiones, a los conventos. Es clarísimo el texto en uno de sus incisos:

“Los actos del estado civil de las personas son de la exclusiva competencia de las autoridades administrativas en los términos que establezcan las leyes, y tendrán la fuerza y validez que las mismas les atribuyan.”

Una chulada. Se agradece al PAN y a Felipe Calderón el recordatorio de la Constitución Política que se han dado los mexicanos de pensamiento libre, ajeno a toda religión. ¿Qué harán para ganar lo que la ley ya nos dio constitucionalmente? Ni el Chavo del Ocho…

braulio.peralta@milenio.com

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