miércoles, 1 de abril de 2009

2 de abril: Día Internacional del Libro Infantil 2009

Para conmemorar esta fecha, te invito a dejar en este blog un comentario compartiendo la lectura que te gustó mas en tu infancia. Seguro será divertido.



Como cada año desde 1967, el día 2 de abril, el IBBY (International Board on Books for Young People) celebra el Día Internacional del Libro Infantil, un día que, además de servir para hacer llegar el amor por los libros a los más pequeños, se conmemora el nacimiento del popular escritor danés Hans Christian Andersen.
Cada año un país miembro de esta organización es el encargado de crear el cartel anunciador y de invitar a un autor importante para escribir un mensaje dirigido a todos los niños del mundo.

Este año 2009, el país a cargo de este Día del Libro Infantil ha side Egipto. El cartel seleccionado, creado por el artista gráfico Hani D. El-Masri lo puedes ver en la imagen que acompaña a esta noticia, y el mensaje es “I am the world” (Yo soy el mundo), que se reproduce a continuación:

Yo soy el mundo
Yo soy el mundo, y el mundo soy yo,

porque por medio de mis libros
puedo ser lo que quiera.
Palabras y dibujos, prosa y verso
me trasladan a lugares
que están cerca y a la vez lejos.
En la tierra de los sultanes y del oro,

mil historias que hablan sobre todo
de alfombras voladoras,
genios de lámparas maravillosas,
ogresas y simbades,
le cuentan sus secretos a Sherezada.
Con cada palabra de cada página,

viajo a través del espacio y del tiempo.
Y sobre las alas de la fantasía,
mi espíritu atraviesa tierra y mar.
Cuanto más leo, más comprendo

que con mi libro siempre estaré
en la mejor de las compañías.


Más información
Organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY):
http://www.ibby.org/index.php?id=266&L=3
Ediciones anteriores del Día Internacional del Libro Infantil (mensajes y carteles):http://www.oepli.org/esp/actividades/dia_libro.htm

Tomado de: http://www.culturapollensa.com/es/dia-internacional-libro-infantil-2009/

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7 comentarios:

  1. De niño no recuerdo haber leído algún libro por voluntad propia. Leí, estoy seguro, los que correspondían al año que cursaba en la primaría y en ellos pude disfrutar textos como aquel de la Vaca de Mahuaca que iba a la escuela y convivía con los niños o uno mas pequeño que se llamaba Tiene mi Morena y que aún me lo se de memoria: Tiene mi morena/tan chiquita boca/que en ella le caben/cuarenta pepinos y diez calabzas/y a demás de eso/un cajón de pasas.
    En este momento no recuerdo otra lectura mas en un libro. Eso sí: pude voltear al cielo cuando dormiamos en el patio y leer las estrellas;también pude leer el canto de las chicharras cuando se avecinaban épocas de lluvia. Leí también lo que escribian las hormigas cuando derruían la tierra al querer salir de pozo donde yo las echaba.
    Además disfrute la lectura del agua cuando ibamos a la playa y del miedo que, por inducción o voluntad propia, siempre le tuve al mar por mas tranquilo que fuera.
    También leí las madrugadas frescas cuando nos levantabamos para ir todos juntos, todos completos al rancho a visitar los orígenes y no olvidarlos jamás.
    Leí la soledad y leí la compañia.
    Leí el cielo encapotado que presagiaba la llegada de un huracán. Leí los mediodias soleadaos en la calle jugando al fut-bol, al gato, al stop, a los encantados, al trompo, a la canicas, al changay.
    Leí los olores, los sueños. Leí su ausencia, leí el llanto. Leí la risa y la broma pesada. Leí el aroma de la comida casera y de las flores humedas regadas por mamá.
    Leí las ganas de querer y leí las ganas de odiar. Leí mi vida.

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  2. las mil y una noches (versión edulcorada enciclopedia ¿salvat?), kalimán, linterna verde, águila solitaria, y el papá de todos: Sandokan.

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  3. Creemos que lo importante es mantener ese excelente hábito para que nuestros hijos, así como escuchan nuestra música y gustan de nuestras películas, lean de libros. Es importante que estén vigentes en los avances tecnológicos pero no cabe duda que cuando estimulamos nuestra imaginación a través de la lectura provocamos individuos más creativos e imaginativos, que "en tiempos del cólera", diría García Márquez, son escenciales para que susbsitanen la posteridad.
    Me uno a ese grupo que siempre mantiene encendida la llama de la esperanza paea abrevar cultura, incluso desde temprana edad, hay que mantener esa llama encendida desde nuestra casa y las trincheras que estemos para que siga su andar...

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  4. Demasiada literatura subversiva para niñas, María, Mujercitas, poesía de Rubén Darío. Pero lo que mas recuerdo y añoro son los libros que les leía cada noche a mis hijos (dos varones a quienes los almibarados libros anteriores no les interesaban), la isla del tesoro, peter pan, tom sawyer, sandokan. Y lo mas hermoso que he escuchado es a mi hijo mayor leyendome (por su propio interés) 100 años soledad.

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  5. Hola Sylvia:
    Bun Blog, ha crecido estas semanas
    ¡Felicidades!
    Hijole yo casi no leí de niño, pero si escuche muchos cuentos.
    Como sabes, la imaginación es la clave en los cuentos. Por ejemplo- como dice Victor Hugo- el cuanto de las 1001 noches -un cuanto que enlaza con otro si llegar hasta el final- pudo escribirse gracias a la habilidad prodigiosa de Sherezada y lo hizo quizás para salvar la vida amenazada cada noche por el rey Sahrigar, su marido. Por cierto, se dice que tardo tres años -y tres hijos- para contar los mil y un cuentos.
    La Mamá de Carlos Martínez Assad y el Papa del poeta Jaime Sabines -sobrino de la Tia Chofi- le contaban esos cuentos a sus hijos: Las 1001 noches. En un libro que le dedicó a su madre, Carlos dice: "compartiste, madre, con el padre del poéta (Jaime) Sabines esa cualidad para contar historias, los recursos escepcionales para narrar los pasajes de tu vida, de la vida con tu familia, en relatos llenos de recuerdos, de sueños y fantasías que mezclan la realidad con la invención del mundo deseado por haberlo perdido."
    De inmediato recuerdo que de niño allá a principios de los años 60, en las noches de invierno, en casa de mis abuelos paternos nos convocaban alrededor de una gran fogata y se contaban maravillosos relatos. Algunas de ellas historias de la revolución. Ah y muchos cuantos de fantasmas, de duendes y hasta de un jinete sin cabeza que se aparecía en la noches cuando mis padres y abuelos llegaron a poblar es lugar, allá por los años 30.
    Por supuesto que esas fábulas eran maravilloas y nos despertaban la imaginación. Ayudaba mucho a que no había luz eléctrica ni muchos menos televisión; gracias a las pilas la radio se escuchaba hasta las ocho de la noche cuando el locutor cerraba sus microfonos.
    Años después, muy entrada la noche y ante el sonido de los grillo mi padre -con unos tragos encima- me contaba historias increíbles, por supuesto casi todo las inventaba. Viéndolo en retrospectiva, me digo ¡Que imaginación del viejo! Claro entonces -insisto- no había Televisión y aquellas mujeres y hombres tampoco sabían que el cuento era un género literario. Por cierto lamento no haber escrito lo que entonces me contaban; los recuerdos son vagos.
    FA

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  6. Mi primer libro "completo" leído por deseo fue una tradución de Frankenstein (Mary W. Schelley), cprestado por un amigo que me aseguró aparecían párrafos enteros de pura pornografía. Tenía yo 17, cursaba el bachillerato, y por entonces los libros sólo me habían dado dolores de cabeza: como no tenía entrenamiento, toda lectura escolar resultaba poco menos que incomprensible.

    Por puro gusto he empezado cientos o quizá miles de libros; muchos lo he concluido, otros no. Por el mero placer de saborearlo he leído varias veces Don Quijote (divertídisimo), pero no he podido remontar el Ulises de Joyce.

    Mi hijo sabe de mis desventuras en tal materia porque juntos hemos agotado una colección de cuentos "Con los pelos de punta" (Selector). El opina que las librerías (y yo que las editoriales) deberían ser y presentar lecturas más interactivas.

    Saludos, Silvia, por festinar esta fecha.

    A. Coria

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  7. "Cuando éramos niñas, mi padre compró para nosotras, mi hermana y yo, una enciclopedia (Mi Amigo, creo). Suceso maravilloso que no describiré. Entre sus tomos traía uno de Literatura Universal, mitos, leyendas, cuentos, poemas, fragmentos de novelas y como regalo cuentos en edición de lujo y formato muy grande, Alicia en el país de las maravillas, Las mil y una noches ¿y? (no recuerdo). Mi padre y su amoroso cuidado.

    Puedo afirmar que lo que primero leí fue esa enciclopedia, una y otra vez, del principio al final y del final hacia ninguna parte. Intercalaba su lectura con las revistas, con las de monitos, “Alarma”, de vaqueros.
    En Cananea no había bibliotecas (de lo que así se llamaba no hablaré) y librerías, al igual que ahora, sólo había puestos de publicaciones periódicas que se llamaban pomposamente así. En la secundaria y preparatoria solamente recuerdo haber leído en libros de texto fragmentos de los clásicos, literatura universal en trozos, rompecabezas de los grandes escritores (y fotonovelas “Rutas de pasión” donde me aficioné a los niños de tipo italiano, tan bellos, y a las historias de amor, a sufrir…)

    Ya para terminar prepa alguien a quien amé fugazmente (porque sus “ojos verdes como la albahaca”) me regaló un libro, Leonorilda eleva el pensamiento a las alturas, de un pintor, Felipe Orlando, novela ganadora de un premio nacional… Sé, sé que nadie la ha leído (ni siquiera quien me la regaló, de pronto me percato), aunque en ella aparecían (aparecen si alguna vez vuelvo a ver mi ejemplar) personajes extravagantes y hasta entrañables, el viejo que hacía almanaques con tripa de gato para saber del clima, la poetisa de la bacinica de oro, la vía del tren, los vagones… aquel pueblo. Pasó tiempo, no mucho, y me topé con aquel otro libro: El país de octubre, de Ray Bradbury… cuánto lo disfruté, una y dos veces, tres, tal vez cuatro… no más. Lo tengo al alcance de mi mano, a ver si algún día puedo tirarme de cabeza al mundo aquel, de amantes que flotan en las alcantarillas, enanos en el tiempo del espejo.

    Esto que cuento fue antes de la academia. Oh, la academia."

    Ya he pospuesto mucho escribir-responder tu invitación... así que,a lo flojo, me fui al blog y copié esto que, a fin de cuentas, habla de lo mismo...

    Un abrazo

    Pd. Lo de Miguel Ángel, qué bello, me encantó, dile

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