Dos días antes de lo esperado, el primero de Junio Microsoft liberó su nuevo motor de búsqueda. Bing se presenta como un producto diseñado para competir con las empresas que actualmente dominan este segmento, como Yahoo y Google. Sin embargo, ¿tendrá lo necesario para captar la atención de clientes y la comunidad de usuarios?
Por Leon Joannis, Mar, 02/06/2009
Después del fracaso en su intento de adquirir Yahoo, la empresa de Redmond creó un nuevo concepto, que asegura es completamente diferente a los ya existentes, y que incorpora nueva funcionalidad y servicios que sus rivales hasta hoy no incluyen, como servicios de viaje, vistas previas a imágenes o enlaces a sitios, noticias y otras.
Sin embargo, Bing carece de elementos técnicos y funcionales que marquen una diferencia clara, o innovación mas allá de lo que actualmente ofrecen los líderes de mercado. La nueva oferta de Microsoft parece ser solamente un buscador que utiliza algoritmos diferentes a Google, y que integra un par de componentes que lo orientan a servicios específicos.
Un elemento en contra de Bing es que no incorpora alguna característica que prometa transformar a los buscadores de Internet, como lo hace por ejemplo Wolfram Alfa que entrega conocimiento procesado a partir de enunciados simples.
Y aunque Microsoft lo cataloga como “motor de decisiones”, no deja de ser un buscador convencional con un algoritmo propio. Y por esta razón, Bing enfrenta un escenario sumamente complicado al intentar conquistar una rebanada significativa del mercado que hasta hoy domina Google. A menos que la empresa de Redmond recurra a prácticas similares a las que ha utilizado por ejemplo con Internet Explorer, que viene incluido en todas las distribuciones de Windows, aunque el usuario no lo desee. ¿Qué tal si ahora Internet Explorer viene configurado con su página inicial dirigida a Bing?, ¿o que tal si al código de Internet Explorer se añaden componentes que ocasionen un funcionamiento no eficiente de Google?.
En resumen, tal vez una de las principales diferencias de Bing sea que su pantalla inicial muestra fotografías que invitan a usuario a quedarse en el sitio, porque técnicamente no presenta un avance significativo contra lo que ya existe. Y para romper la inercia del consumidor que centra sus búsquedas en Yahoo y Google, una bonita foto simplemente no es suficiente.
Y mas allá de lo técnico, la cuestión crítica para el éxito o fracaso de Bing radica en la capacidad que tenga de generar confianza en las empresas que adquieren servicios de publicidad en internet, que hasta hoy solamente consideran a Google o Yahoo para comprar espacios en las prioridades de búsqueda o anuncios en posiciones laterales.
Sin embargo, Bing carece de elementos técnicos y funcionales que marquen una diferencia clara, o innovación mas allá de lo que actualmente ofrecen los líderes de mercado. La nueva oferta de Microsoft parece ser solamente un buscador que utiliza algoritmos diferentes a Google, y que integra un par de componentes que lo orientan a servicios específicos.
Un elemento en contra de Bing es que no incorpora alguna característica que prometa transformar a los buscadores de Internet, como lo hace por ejemplo Wolfram Alfa que entrega conocimiento procesado a partir de enunciados simples.
Y aunque Microsoft lo cataloga como “motor de decisiones”, no deja de ser un buscador convencional con un algoritmo propio. Y por esta razón, Bing enfrenta un escenario sumamente complicado al intentar conquistar una rebanada significativa del mercado que hasta hoy domina Google. A menos que la empresa de Redmond recurra a prácticas similares a las que ha utilizado por ejemplo con Internet Explorer, que viene incluido en todas las distribuciones de Windows, aunque el usuario no lo desee. ¿Qué tal si ahora Internet Explorer viene configurado con su página inicial dirigida a Bing?, ¿o que tal si al código de Internet Explorer se añaden componentes que ocasionen un funcionamiento no eficiente de Google?.
En resumen, tal vez una de las principales diferencias de Bing sea que su pantalla inicial muestra fotografías que invitan a usuario a quedarse en el sitio, porque técnicamente no presenta un avance significativo contra lo que ya existe. Y para romper la inercia del consumidor que centra sus búsquedas en Yahoo y Google, una bonita foto simplemente no es suficiente.
Y mas allá de lo técnico, la cuestión crítica para el éxito o fracaso de Bing radica en la capacidad que tenga de generar confianza en las empresas que adquieren servicios de publicidad en internet, que hasta hoy solamente consideran a Google o Yahoo para comprar espacios en las prioridades de búsqueda o anuncios en posiciones laterales.
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