sábado, 4 de julio de 2009

Hoy se recuerda a José Rubén Romero

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"¡Pobrecito del Diablo, que lastima le tengo!" Pito Pérez

Así empieza "La vida inútil de Pito Pèrez":
La silueta obscura de un hombre recortaba el arco luminoso del campanario. Era Pito Pérez, absorto en la contemplación del paisaje.Sus grandes zapatones rotos hacían ruecas de dolor; su pantalón parecía confeccionado con telarañas, y su chaqueta, abrochada con un alfiler de seguridad, pedía socorro por todas las abiertas costuras sin que sus gritos lograran la conmiseración de las gentes. Un viejo "carrete" de paja nimbaba de oro la cabeza de Pito Pérez.Debajo de tan miserable vestidura el cuerpo, aun mas miserable, mostraba sus pellejos descoloridos; y el rostro, pálido y enjuto, parecía el de un asceta consumido por los ayunos y las vigilias.——¿Que hace usted en la torre, Pito Pérez?——Vine a pescar recuerdos con el cebo del paisaje.——Pues yo vengo a forjar imágenes. en la fragua del crepúsculo.——¿Le hago a usted mala obra?——Hombre, no. ¿Y yo a usted?——Tampoco. Subimos a la torre con fines diversos, y cada quien, por su lado, conseguirá su intento: usted, el poeta, apartarse de la tierra el tiempo necesario para cazar los consonantes ——catorce avecillas temblorosas—— de un soneto. Yo, acercarme mas a mi pueblo, para recogerlo con los ojos antes de dejarlo, quizás para siempre; para llevarme, en la memoria todos sus rincones; sus calles, sus huertas, sus cerros. ¡Acaso nunca mas vuelva a mirarlos! ...

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