sábado, 4 de julio de 2009

Voto por Michael


La letra desobediente
Braulio Peralta

braulio.peralta@milenio.com
2009-06-29•

Felipe Calderón confundió moral con moralina. Dio más credibilidad a la familia de Michael Jackson que la espera de resultados científicos. Aprovechó un deceso de conmoción mundial para impulsar su cruzada antinarco. No lamenta la muerte de Michael pero sí lo condena por el “uso indebido y excesivo de drogas”. Ni Obama le ganó con semejantes declaraciones, quien sólo advirtió: “Hay aspectos de su vida que fueron tristes y trágicos”. Son esos momentos cuando se nota que existe un mandatario.
No soy fan del cantante pero dediqué una mañana a escuchar su música: sonidos renovadores impecables, letras esperanzadoras, denuncias del mundo que vivimos. Un artista posee la fe y el escepticismo como formas creativas. Es inentendible que Felipe Calderón confunda “fama y dinero” con dotes de un artista que nada tiene que ver con el resultado en su cuenta bancaria. Michael era prestigiado por su música. ¿No oye Calderón a sus asesores? ¿Usar de esa manera una muerte para su lucha contra las drogas? Felipe omite el rumor sobre su abuso por la bebida. Y nadie lo ha condenado. Una vida vale por lo que dejas; no por lo que vives.
No defiendo las drogas ni condeno las razones por las que mucha gente llega a ellas. Es una generalidad que los psiquiatras tienen permiso para diagnosticar pastillas para dormir, tranquilizar, suavizar la vida de gente con problemas nerviosos. De uno depende el uso de estupefacientes. Todos somos vulnerables, incluidos aquellos que en la vida social se echan sus copas y atropellan a alguien por exceso de alcohol—o abusan de su poder político.
La doble moral es una característica de políticos que hacen lógico el desinterés de la ciudadanía por las votaciones. Las declaraciones de Felipe me confirman la necesidad de ir a votar contra el PAN, sin anular mi voto. Y por la descomposición social: 48 niños muertos en Hermosillo en espera de justicia, una televisora contra una especie de pequeña David (Carmen Aristegui), contra el Goliath trasnacional que la acusa de “mentir”, pero no dice ni pío sobre sus candidatos del Partido Verde. ¡A las urnas!

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