jueves, 1 de diciembre de 2011

Estima México posible continuidad de Protocolo de Kioto


Notimex en Durban

El embajador especial de México para Cambio Climático, Luis Alfonso de Alba, estimó hoy aquí que la COP 17 puede asegurar la continuidad del Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. En un encuentro con la Delegación Juvenil Mexicana de Observadores a la 17 Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 17) que se celebra en esta ciudad hasta el 9 de diciembre, comentó que el objetivo “es asegurar” los compromisos de esas reducciones “con mayor ambición”. La COP 17, que se desarrolla en este puerto de cara al océano Índico, tiene entre sus objetivos acordar un esquema para continuar en una segunda fase con el proceso de reducción de emisiones conforme al Protocolo de Kioto, ya que la primera se vence en diciembre de 2012. En las negociaciones entre los 195 partes hay diferentes posiciones, como la de generar un segundo periodo de implementación al 2015 para que los países desarrollados completen lo que no han alcanzado en 2012; o crear un marco independiente que sume metas de países ricos y pobres. Asimismo, crear ambos acuerdos para asegurar en ellos tanto los porcentajes pendientes por parte de los países, los que deberían continuar en sus metas al 2020 ó 2030, e incorporar las de economías emergentes y otros países en vías de desarrollo. En la reunión organizada por la mexicana Plataforma Integral de Desarrollo Sustentable, así como jóvenes de diversas organizaciones, De Alba reconoció que “se negocian diversas opciones” para tratar de incorporar y equilibrar las diversas posiciones. Aclaró que independientemente del resultado, “al final lo importante es que los Estados estén sujetos a compromisos (de reducción de emisiones) a partir de un corto plazo”. Destacó que a pesar de las posiciones diferenciadas, el año pasado en la COP 16 en Cancún, México, se logró que un 80 por ciento de las emisiones globales que se generan se convirtieran en compromisos de muchos países como objetivo a ser reducidas. Por ello, subrayó que independientemente de si es dentro del Protocolo de Kioto (en un segundo periodo), a través de un acuerdo complementario, o en un Tratado global que unifique todo, los países “se han comprometido con ello y es algo que deben cumplir”. El diplomático consideró necesario cerrar la brecha (el 20 por ciento restante de emisiones), y que en Durban se aclare cuánto del total de los países en vías de desarrollo que tienen compromisos voluntarios se puede reducir con recursos propios y cuánto con asistencia internacional. Además, dijo que debe quedar asentado un mismo año de referencia para la reducción de emisiones (unos toman 1990 y otros hasta 2005), así como “buscar que todos esos compromisos se plasmen en un instrumento vinculante, y que no sólo sean voluntarios”. De Alba recalcó que entre algunos países (principalmente en vías de desarrollo) hay un debate sobre si esos compromisos se deben asegurar sólo con legislación y planes nacionales, o bien suscribiendo acuerdos internacionales. Sobre ello, refirió que es positivo acudir a las dos formas, ya que hacia el interior las medidas nacionales pueden derivar en una política de Estado de largo plazo como lo requiere esta materia, y al exterior en el cumplimiento responsable de un problema que es global.

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