Martes, 16 de Abril de 2013 11:09
, Dori Nuñez
¿Sabían que los caramelos de menta resecan la garganta? También lo
hacen las bebidas azucaradas, como los refrescos. Así que cuando se toma
algo de esto para calmar el dolor de garganta en realidad no está
haciendo algo bueno por su voz. Pero son más las acciones que se
realizan a diario y que perjudican este instrumento de comunicación,
como los gritos o la mala respiración que acaba por forzar la
musculatura que está alrededor de las cuerdas vocales. El logopeda
melillense José Aserraf Cohen destaca que “la voz es nuestra huella de
identidad” y por ello, se debe cuidar y mimar para evitar futuras
lesiones. Concienciar a la sociedad sobre los hábitos que se deben
abandonar para no perjudicar a la voz es uno de los objetivos que se
pretende lograr con la celebración hoy del Día Mundial de la Voz.
Aserraf afirma que a los profesionales que trabajan a diario con la voz, como docentes, locutores de televisión y radio, comerciantes o vendedores, deben de conocer herramientas que les permitan cuidar uno de sus instrumentos de trabajo, la voz.
La prevención de lesiones es el primero de los objetivos del Día Mundial de la Voz, según explica este logopeda, pero también se trata de informar a la sociedad para que acudan a los especialistas en cuanto noten que hay cambios en su voz. Un diagnóstico precoz, destaca este experto, ayuda a recuperarse antes, así como un tratamiento adecuado a cada enfermedad o lesión que tenga esta persona.
Aserraf indica que para cuidar la voz lo mejor es la salud vocal, “y con ello no me refiero precisamente a lavarse los dientes”. Este logopeda resalta que la salud bocal son todas las características que se tienen que dar para que una persona “tenga fonación”. Desde hacer una dieta equilibrada y sana a saber respirar de forma adecuada, conocer técnicas de dicción o utilizar ayudas mecánicas si se cuenta con una voz pobre, por ejemplo, ayudándose de un micro son algunas de las buenas prácticas que se pueden hacer para mimar la voz. También los gestos y las expresiones corporales son una buena herramienta de apoyo para la voz.
Entre las acciones perjudiciales están las comidas con muchas especias, porque causan mucho reflujo y esto daña las cuerdas vocales, el tabaco o el consumo abusivo de alcohol.
El estrés
El trabajo, la falta de descanso, las prisas, en definitiva, el estrés es otro de los elementos que va en contra de una voz cuidada.
Aserraf explica que aunque Melilla sea una ciudad más tranquila y que aquí los niveles de estrés son menores que en otras localidades no hay diferencia en cuanto al número de enfermedades o lesiones de la voz que se atienden. Esto se debe a muchos factores.
Este logopeda indicó que los docentes, uno de los colectivos que más sufre problemas en las cuerdas vocales, atienden a un gran número de alumnos en las clases de la ciudad y además, de muy diferentes características. Esto hace que muchos fuercen la voz más allá de lo que deben.
No obstante, afirma que “Melilla es un laboratorio de logopedia”. La convivencia de varias culturas, idiomas y clases sociales hacen que se den situaciones muy particulares en la ciudad. Incluso, se ven casos de enfermedades que no son nada frecuentes, como el síndrome de Wolfram (enfermedad genética poco frecuente).
Un perfil de disfonía
Una disfonía es la alteración de la voz de una persona. Uno de los perfiles más claros de personas disfónicas en Melilla es el de una profesora muy exigente con su trabajo que duerme muchas horas y tiene estrés también asociado a problemas familiares, describe Aserraf. Por ello, insiste en que los ‘profesionales de la voz’ deben de aprender técnicas que les ayuden a comunicarse, como los recursos informáticos, para no forzar la voz en sus jornadas laborales.
Aserraf afirma que a los profesionales que trabajan a diario con la voz, como docentes, locutores de televisión y radio, comerciantes o vendedores, deben de conocer herramientas que les permitan cuidar uno de sus instrumentos de trabajo, la voz.
La prevención de lesiones es el primero de los objetivos del Día Mundial de la Voz, según explica este logopeda, pero también se trata de informar a la sociedad para que acudan a los especialistas en cuanto noten que hay cambios en su voz. Un diagnóstico precoz, destaca este experto, ayuda a recuperarse antes, así como un tratamiento adecuado a cada enfermedad o lesión que tenga esta persona.
Aserraf indica que para cuidar la voz lo mejor es la salud vocal, “y con ello no me refiero precisamente a lavarse los dientes”. Este logopeda resalta que la salud bocal son todas las características que se tienen que dar para que una persona “tenga fonación”. Desde hacer una dieta equilibrada y sana a saber respirar de forma adecuada, conocer técnicas de dicción o utilizar ayudas mecánicas si se cuenta con una voz pobre, por ejemplo, ayudándose de un micro son algunas de las buenas prácticas que se pueden hacer para mimar la voz. También los gestos y las expresiones corporales son una buena herramienta de apoyo para la voz.
Entre las acciones perjudiciales están las comidas con muchas especias, porque causan mucho reflujo y esto daña las cuerdas vocales, el tabaco o el consumo abusivo de alcohol.
El estrés
El trabajo, la falta de descanso, las prisas, en definitiva, el estrés es otro de los elementos que va en contra de una voz cuidada.
Aserraf explica que aunque Melilla sea una ciudad más tranquila y que aquí los niveles de estrés son menores que en otras localidades no hay diferencia en cuanto al número de enfermedades o lesiones de la voz que se atienden. Esto se debe a muchos factores.
Este logopeda indicó que los docentes, uno de los colectivos que más sufre problemas en las cuerdas vocales, atienden a un gran número de alumnos en las clases de la ciudad y además, de muy diferentes características. Esto hace que muchos fuercen la voz más allá de lo que deben.
No obstante, afirma que “Melilla es un laboratorio de logopedia”. La convivencia de varias culturas, idiomas y clases sociales hacen que se den situaciones muy particulares en la ciudad. Incluso, se ven casos de enfermedades que no son nada frecuentes, como el síndrome de Wolfram (enfermedad genética poco frecuente).
Un perfil de disfonía
Una disfonía es la alteración de la voz de una persona. Uno de los perfiles más claros de personas disfónicas en Melilla es el de una profesora muy exigente con su trabajo que duerme muchas horas y tiene estrés también asociado a problemas familiares, describe Aserraf. Por ello, insiste en que los ‘profesionales de la voz’ deben de aprender técnicas que les ayuden a comunicarse, como los recursos informáticos, para no forzar la voz en sus jornadas laborales.
La ‘higiene vocal’ debe estar más presente en los centros educativos
Con motivo del Día Mundial de la Voz un grupo de logopedas de Melilla
ofrecerán valoraciones gratuitas sobre este instrumento de comunicación
a lo largo de esta semana. Para solicitar una cita con estos expertos
tan sólo hay que entrar en la web www.vozsana.com.
José Aserraf explica que una de las ideas que desean emprender desde el Colegio de Logopedas es que esta disciplina entre a formar parte de los centros educativos y de formación.
Estos expertos pueden enseñar a los docentes y también a los niños a prevenir patologías relacionadas con la pérdida de la voz.
Aserraf destaca que una disfonía puede causar una baja de entre 15 y 30 días. Además, señala que para la persona que la padece es muy frustrante no poder comunicarse con soltura e incluso, llega a causar cambios de humor.
También explica este experto que cuanto más se cuida la voz, mayor es el grado de seguridad que tiene una persona a la hora de comunicarse. Y si a esto se le añaden técnicas de dicción y estrategias para llegar al público, se puede lograr un gran éxito, destaca Aserraf.
Con la introducción de la logopedia en los centros también se eliminarán ideas preconcebidas, como que los caramelos de menta o las bebidas alcohólicas son buenas para suavizar la garganta y recuperar la voz dañada.
José Aserraf explica que una de las ideas que desean emprender desde el Colegio de Logopedas es que esta disciplina entre a formar parte de los centros educativos y de formación.
Estos expertos pueden enseñar a los docentes y también a los niños a prevenir patologías relacionadas con la pérdida de la voz.
Aserraf destaca que una disfonía puede causar una baja de entre 15 y 30 días. Además, señala que para la persona que la padece es muy frustrante no poder comunicarse con soltura e incluso, llega a causar cambios de humor.
También explica este experto que cuanto más se cuida la voz, mayor es el grado de seguridad que tiene una persona a la hora de comunicarse. Y si a esto se le añaden técnicas de dicción y estrategias para llegar al público, se puede lograr un gran éxito, destaca Aserraf.
Con la introducción de la logopedia en los centros también se eliminarán ideas preconcebidas, como que los caramelos de menta o las bebidas alcohólicas son buenas para suavizar la garganta y recuperar la voz dañada.
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