En el tiempo de San Valentín al epiléptico no le quedaba otro remedio que cobijarse bajo la advocación de algún santo. Se organizaban romerías para conseguir la protección frente a la enfermedad o para dar gracias por alguna curación milagrosa de la enfermedad. Para ello, se preferían los lugares con reliquias a San Valentín en Alsacia, patrón de los epilépticos, debido a que el Santo sufría caídas y crisis. Precisamente aquí se construiría el primer hospital para epilépticos a finales del siglo XV. Su nombre en alemán antiguo esa Fallentín del verbo fallen: caer; como por ejemplo Rufach en Alsacia y Kiedrich en Renania, una tradición que se conserva. San Valentín, San Niceto, Santa Bibiana son patronos de los epilépticos que padecían el "mal repugnante" o morbus insputatis -otros términos para denominar a la epilepsia-. En Roma se levantó el monasterio a Santa Bibiana, patrona de los epilépticos junto con San Valentín y San Vito. Cabe mencionar, que a el nombre de 'San Vito o baile de San Vito', se le da otro significado. En Europa, ha habido plagas de una enfermedad que producía ataques, y convulsiones. Hoy se sabe que era el ergotismo, debido a la ingesta de un hongo fermentado en el pan de centeno ( claviceps purpúrea ) y con efectos alucinógenos.
http://www.amigosepilepticos.org/eventos.htm
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La epilepsia en la literatura
La literatura ha ofrecido una perspectiva amplia sobre enfermedades mentales como la paranoia, la neurosis, la histeria y la epilepsia, que puede apreciarse en la representación y significación de numerosas obras como Otra vuelta de tuerca por Henry James, La corazonada de una suerte de Fiódor Dostoyevski, así como obras de León Tolstoi, Hermann Hesse, Edgar Allan Poe y María de Jorge Isaacs que narra la historia de la enfermedad hereditaria epiléptica de María, la protagonista de la historia. Por ejemplo, Dostoyevski, paciente a su vez de epilepsia, reflejó los síntomas de esta enfermedad en personajes de sus obras, como La patrona, Humillados y ofendidos, El idiota, Los demonios, Diario de un escritor y los hermanos Karamázov. En cuanto a Otra vuelta de tuerca de Henry James, se ha descrito que las visiones de uno de sus personajes coincide con el resultado de una epilepsia focal temporal.
El reflejo de la enfermedad en la literatura aúna dimensiones simbólicas, etiológicas y diagnósticas, entre otros. Desde obras que se basan en prejuicios y clichés, que dificultan aún más la vida de los enfermos, a descripciones llenas de comprensión, alguna de las cuales transmiten fenómenos asociados a las crisis como las percepciones extraordinarias (por ejemplo, La corazonada de una suerte), o algunos tipos de alucinaciones.
La preocupación literaria por la epilepsia tiene un significado cada vez mayor como fenómeno médico y puede estimular al médico, estudiante de medicina y personal sanitario de una manera más completa en su relación con los enfermos de epilepsia. De esta manera, se presume que el impacto de la literatura que describe esta dolencia, como otras, ayuda en la formación del personal sanitario en cuanto al trato con los pacientes, contribuyendo a la buena práctica médica y a la ética, en definitiva diversificando la formación sanitaria.
http://es.wikipedia.org/wiki/Epilepsia#La_epilepsia_en_la_literatura
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