CIMAC
El
 informe anual 2011 que la CIDH presentó ante la Organización de los 
Estados Americanos (OEA) el pasado lunes, revela que Chihuahua, 
Guerrero, Tamaulipas y Chiapas -entidades donde se otorgaron las medidas
 de protección- se mantienen como focos rojos para las y los defensores 
de Derechos Humanos (DDHH).
Los
 datos proporcionados por la CIDH indican que por tercer año consecutivo
 México es el segundo país de América Latina con más denuncias por 
violaciones a los DDHH sólo detrás de Colombia, toda vez que en 2009 se 
presentaron 232 casos, 267 en 2010, y en 2011 la cifra llegó a 273 
demandas contra el Estado mexicano.
El
 19 de mayo de 2011 la CIDH otorgó medidas cautelares a favor de las y 
los activistas Patricia Galarza Gándara, Francisca Galván, Oscar 
Enríquez y Javier Ávila, todos de Chihuahua y quienes son representantes
 legales de la familia de Rocío Irene Alvarado Reyes, Nitza Paola 
Alvarado Espinoza y José Ángel Alvarado Herrera, desaparecidos desde 
diciembre de 2009.
Varios
 familiares y uno de sus representantes ya eran beneficiarios de medidas
 provisionales dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos 
(CoIDH), sin embargo ante los constantes actos intimidatorios las y los 
luchadores sociales decidieron solicitar medidas cautelares a la CIDH.
A
 su vez, el organismo internacional pidió al Estado mexicano adoptar las
 medidas necesarias para garantizar la vida y la integridad de los 
cuatro activistas y acordar las medidas que se adoptarán con los 
beneficiarios y sus representantes.
El
 19 de mayo de 2011 la CIDH también otorgó medidas cautelares a Rosa 
Díaz Gómez y otros 18 integrantes del ejido Jotolá, en Chiapas, quienes 
han sido agredidos y amenazados por defender su derecho a la propiedad 
de la tierra.
En el 
caso de Guerrero, la CIDH brindó medidas cautelares para Javier Torres 
Cruz, asesinado el 18 de abril de 2011 cerca de la comunidad La Morena, 
en el municipio de Petatlán, presuntamente por defender el medio 
ambiente.
 
Con estas medidas se tiene como objetivo 
proteger a la familia de Torres Cruz que, de acuerdo con información 
recibida por el organismo, continúa en una situación de riesgo pues se 
han percatado que vehículos desconocidos vigilan su casa.
También
 se ordenaron acciones cautelares para el activista Víctor Ayala Tapia, 
quien desapareció el 14 de septiembre de 2010 en Tecpan de Galeana, 
Guerrero. 
En el 
estado de Tamaulipas, la CIDH pidió a las autoridades mexicanas 
garantizar la vida y la integridad de los miembros de la Casa del 
Migrante Nazareth y del Centro de Derechos Humanos de Nuevo Laredo. 
Además otorgó medidas cautelares a 10 personas desparecidas en la 
entidad, con el fin de que las autoridades hagan todo lo posible por 
localizarlas.
En el 
reporte también se precisa que durante 2011 la CIDH admitió a nivel 
regional 67 informes, 11 los declaró inadmisibles, aprobó ocho de 
solución amistosa, archivó 54, publicó 25 informes de fondo y cinco 
sobre el fondo, además envió 23 casos a la CoIDH.
Cabe
 mencionar que el año pasado la CIDH admitió tres casos contra México 
que tienen que ver con la falta de protección judicial, de éstos destaca
 el de tortura sexual de 11 mujeres detenidas en los operativos 
policiacos de 2006 en San Salvador Atenco y Texcoco, Estado de México.
Ese
 caso actualmente es revisado por la Comisión, y eventualmente decidirá 
si pasa a la CoIDH para que determine las responsabilidades del Estado 
mexicano.
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