viernes, 29 de abril de 2016

#Vivas nos queremos

Sylvia Manríquez

Alejandra recuerda que cuando tenía nueve años sufrió su primer acoso, no habló por temor a desilusionar a su padre. Lupita sufrió su primer acoso a los 8 años cuando un hombre se acercó a ella, le tocó los senos infantiles, ella sintió miedo y no habló. Laura recuerda la impotencia y el enojo que sintió cuando un hombre en bicicleta al pasar junto a ella le tocó cadera y glúteos diciéndole palabras obscenas.
Hoy les dicen locas, histéricas, exageradas, putas, porque alzan la voz, porque unidas contra la violencia machista en todas sus presentaciones marcharon en las ciudades más importantes de México y del mundo.
Los hashtags #VivasNosQueremos y #MIPrimerAcoso revolucionaron las redes sociales.
#MiPrimerAcoso dejó ver la magnitud de este problema en nuestras ciudades y comunidades porque cada niña, cada mujer violentada, vejada, humillada es hija, madre, tía, prima, esposa, abuela, amiga o conocida. Vive en un entorno que no brinda apoyo ni seguridad. Los testimonios de MiPrimerAcoso dan cuenta de la imperiosa necesidad de erradicar el silencio y enseñar a las niñas y mujeres a hablar, a denunciar cualquier acción que consideren las vulnere.
#VivasNosQueremos, fue el lema de la Movilización Nacional contra las Violencias Machistas. En el Manifiesto Sonora #24A, mujeres sonorenses asientan que se unen a la movilización porque en nuestro estado muere una mujer cada semana a causa de esta violencia, porque han aumentado los feminicidios en Sonora han aumentado de 52 a 62 anuales, y porque Sonora ocupa el segundo lugar de incidencia de violencia contra mujeres con el 54%, según datos de ONU Mujeres; entre muchas otras razones que impulsan a expresarse contra la violencia hacia mujeres y niñas.
Cuando observamos este panorama tan angustiante, en el que avanzamos lentamente por el camino de los derechos de niñas y mujeres, encontramos colegas incansables que están alzando la voz y promoviendo acciones a favor de la igualdad, equidad y justicia. Una de ellas es Ismene Figueroa.
Ella es coordinadora de programas de género, medio ambiente y salud. Es activista feminista, promotora de los derechos humanos de las mujeres y respeto a la diversidad sexual. Coordina la Marcha de las Putas, la Movilización Nacional contra las Violencias Machistas en Sonora, entre otras actividades.
Ismene detecta que es prioritario impulsar la formación de nuevas generaciones de mujeres que conozcan sus derechos y se empoderen. Hacerles saber a esas mujeres y niñas que han notado y vivido la exclusión por ser mujeres diferentes que no quieren moldearse a las expectativas conservadoras que limitan nuestra libertad, que no están solas.
Esas mujeres deben saber, asegura Ismene, existimos más como ellas que no queremos este orden machista establecido y estamos dispuestas a transformarlo e invitarlas a sumarnos. Una fuerte motivación es ver que las demandas feministas se ponen en la agenda pública y al mismo tiempo en lo privado.
Y es que la sororidad motiva a seguir adelante. La sororidad definida como la hermandad entre mujeres para transgredir el orden patriarcal.
Como dice Ismene Figueroa, las autoridades tienen una larga deuda con nosotras las mujeres, ya que al no actuar con justicia y en tiempo pone en riesgo nuestras vidas, vulnera nuestros derechos.
La Movilización Nacional contra las Violencias Machistas es el espacio en el que  miles de voces se escucharon gritando y exigiendo los derechos de las mujeres. El compromiso es de todas y todos.

  

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